Los platos de Al Norte, preparados en una cocina vista, tienen un alto nivel gastronómico

La Vera ha dado un salto hacia la excelencia gastronómica con el regreso de la chef Ruth Vicente a su pueblo para abrir Al Norte. Una carta informal, en la que no existe la clásica división entrantes-pescados-carnes, tienta con platos sugerentes como garbanzos marineros, ceviche de mango y gambas, lasaña de pato y foie, torrijas de tomate con sardina ahumada, castañuela ibérica y sabor a otoño, codillo de cerdo y boniato, tataki de vaca, gyozas, samosas, pan bao o unas carrilleras de ternera memorables.

La carta de vinos de Al Norte, es tan corta como sugerente. El comedor es sencillo, con más trazas de gastrobar que de restaurante. El servicio es de una eficacia admirable y los detalles, desde el pan de masa madre hasta el aperitivo de cortesía pasando por la comodidad de las butaquitas y las mesas, convierten la experiencia gastronómica en un rato agradable.

En los postres, originalidad delicada en el helado de violeta y perfección repostera en la tarta de queso.

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