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Tapería Lega, cocina honesta y con trasfondo

La tapería Lega es un restaurante ubicado en la barriada de Valdepasillas, muy cerca de la fuente Isabel de Portugal. Oficialmente llevan abiertos tres años, aunque durante parte de ese tiempo sufrieron el cierre debido al confinamiento, que se produjo solo a las dos semanas de su inauguración. El local, que ha sido un espacio por el que previamente han pasado numerosos bares, tiene una sencilla decoración y es cómodo. Disponen, tanto en el interior como en el exterior, de varias mesas bajas y altas.

No tienen una oferta atractiva en el apartado de vinos. Las clásicas referencias de las inmutables denominaciones de origen que se encuentran, salvo honrosas excepciones, en la mayoría de los restaurantes pacenses.

El fuerte de esta tapería está en la carta de comida, que en la mayoría de los platos se ofrece en formato tapa y ración. Nosotros nos decantamos por probar, en primer lugar, un rico carpaccio de champiñón portobello, correctamente laminado, cubierto por un buen queso parmesano rallado y aliñado con aceite de oliva y limón. Bien equilibrado el conjunto, sin que ninguno de los ingredientes anulase el sabor del resto. Sin embargo, creo que le habría ido bien un poco de pimienta recién molida. Continuamos con unas berenjenas con tempura y miel. Buena fritura, sin exceso de grasa y con la miel justa, aunque se trataba más de un rebozado que de una tempura, que debe ser mucho más liviana.

En el apartado de pescado, comimos un bacalao con apio, nueces, mandarina y manzana. Fresca mezcla que acompañaba bien a un bacalao que estaba en su justo punto de cocción. Plato realmente original.

La sección de carnes es más extensa que la de pescado y predominan distintos cortes de ternera, aunque nosotros nos decantamos, en primer lugar, por unas buenas chuletas de cordero a la plancha, acompañadas de tomates cherry. Cuando alguna elaboración, la plancha en este caso, es la más adecuada para un producto que debe ser el protagonista, lo mejor es dejarse de inventos. Plato, por tanto, que cumple con lo que se pide, que ya es mucho más de lo que a veces nos encontramos.

Para terminar, un milhojas de secreto ibérico con cebolla caramelizada y crujiente de fideos. Plato resultón, con un buen punto de la presa, que se encontraba muy jugosa. Me gustaría destacar, también, un pequeño detalle, que es que la cebolla caramelizada no tenía azúcar. Puede parecer una cuestión sin importancia, pero para caramelizar una cebolla solo se necesita un poco de calor y tiempo. Los resultados son mucho mejores, por lo que emplear un edulcorante solo tiene como objetivo acelerar el proceso. Esto da idea de que el chef que lleva las riendas de la cocina sabe lo que hace y que, sobre todo, quiere hacer las cosas bien. Los fideos, que se presentan cubriendo la carne, aportan un toque crujiente al plato y mejoran su estética, sin embargo, al estar fritos añaden una sensación grasa a un plato en el que el ingrediente principal ya lo es de por sí.

Como decía anteriormente, lo más atractivo de la tapería Lega es su oferta culinaria, honesta y con bastante trasfondo, basada en el producto, que es tratado con las técnicas clásicas más adecuadas en cada caso, pero en el que también se permiten la libertad de ofrecer algunos platos originales, bien pensados y que funcionan. Sin el buen hacer de su chef, nada de esto sería posible.

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