'Dalboroque', una tienda-bar con encanto en Guadalupe
Este espacio, creado por Jessica Alcaraz, apuesta por el vino natural, la cerveza artesana y pone el foco en los pequeños productores, demostrando que es posible crear comunidad, revalorizar lo cercano y abrir horizontes
Jessica Alcaraz Britos comenzó a trabajar en la hostelería para costearse sus estudios de Nutrición en Madrid, pero decía que no le gustaba el vino.Un día empezó a trabajar en 'La Caníbal', que ofrece vinos orgánicos y cervezas artesanales. «Cuando probé el vino natural me voló la cabeza y pensé que a lo mejor sí que me gustaba el vino», confiesa.
Ahí conectó también con la filosofía de esta bebida: sostenibilidad, mínima intervención, respeto al viñedo... «Un vino natural es impredecible porque fermenta espontáneamente (no se le añade levadura) y significa volver a la raíz de la elaboración. Además, son sabores que me gustan y me divierten». Ahora, a sus 30 años, es una enamorada de estos caldos y regenta una tienda-bar en Guadalupe que destaca por su oferta en vinos naturales y por su apuesta por los pequeños productores.
Aunque Jessica nació en Paraguay, pasó su adolescencia en Cáceres y con 18 se fue a Madrid, pero hace un par de años decidió que no le gustaba vivir en una gran ciudad y buscó un entorno rural para asentarse y poder emprender. Un día descubrió que había un productor de vino natural en Cañamero (Felipe Cerro) y se acercó a conocerlo y sumergirse en su mundo. Hasta vendimió. Y en una larga comida, de esas de gustosa sobremesa, una persona dijo:«estamos de alboroque», una expresión muy utilizada en la zona para referirse al disfrute. Jessica la desconocía, pero se le quedó en la memoria.
A pesar de que en un inicio pensó en ubicarse en Cáceres, que era lo que conocía, cuando visitó la localidad de Guadalupe, supo que ese era el sitio idóneo para su proyecto. Montó la tienda en abril de 2023 con el nombre 'Dalboroque' y comenzó con vinos orgánicos y cervezas artesanas. Unos meses después, añadió el café de especialidad de Zeri's Coffee y sus dulces caseros. También algo de miel de esta comarca. «Quiero ofrecer cosas que tengan valor añadido», manifiesta.
En aquel momento, todo era para llevar, ya que no tenía espacio, pero en octubre cogió el local de al lado, lo unió y ahora 'Dalboroque' es una tienda-bar. «Todos los productos de la tienda se pueden consumir en el bar», detalla. No faltan las tablas de queso ni embutidos, así como cecinas, encurtidos, salazones, pulguitas y hasta sopa de tomate tiene. Cuenta, además, con unas cuatro o cinco referencias de vinos naturales extremeños y el doble de otras regiones. Así mismo, destacan sus cervezas propias, que se las elabora Sevebrau. 'La Morenita', de estilo inglés, luce con un color marrón rojizo y tiene aromas afrutados y un final ligeramente amargo y seco. Rinde homenaje a la Virgen de Guadalupe. Por otro lado, 'La Guadalupe' es una pilsen de perfil clásico alemán que no contiene gluten a pesar de que tiene matices de pan y bollería. ¡Los celiacos estarán contentos con este trago!
El local, dispuesto con mesitas altas y taburetes, y capacidad para una quincena de personas, es un espacio versátil que Jessica quiere aprovechar al máximo. Ha hecho ya un showcooking con un cocinero profesional y quiere repetir el próximo año, pero lo que más ha realizado y que asegura disfrutar muchísimo son las catas con productores. La última ha sido con las chicas de Fermentatus. También hay lugar para actividades culturales.
Esta joven emprendedora asegura que le ha sorprendido mucho la acogida que ha tenido 'Dalboroque', especialmente entre la población de más edad. «Se paran a escucharte y se atreven a probar cosas raras para ellos, como una cerveza de pomelo». De hecho, este perfil también se volcó con una iniciativa que Jessica puso en marcha la pasada primavera en el contenedor de arte del municipio: una feria artesana de pequeños productores. Había cervezas, vinos, chocolate, quesos y embutidos.
Jessica no solo ha transformado un pequeño rincón de Guadalupe en un punto de encuentro para los amantes del vino natural y los productos artesanales, sino que también ha tejido un espacio donde tradición e innovación se encuentran. En 'Dalboroque', cada botella descorchada, cada tabla servida, cuenta una historia de raíces, esfuerzo y pasión. En la calle Gregorio López, donde se ubica esta tienda-bar, al igual que en aquel alboroque que le inspiró, siempre habrá lugar para el disfrute compartido.