El Moralo se merienda al Extremadura

Sin nada en juego nada más que la honrilla de ganar, el Moralo se llevó merecidamente los 3 puntos en su último encuentro casero de una temporada decepcionante para lo que acostumbra en los últimos años. Y además lo hizo con goleada sobre el campeón y ascendido Extremadura, que no sólo ha cedido en los dos choques frente al equipo de Navalmoral (0-1 en Almendralejo), sino que no ha sido capaz de marcarle ningún gol. Corta así el cuadro azulgrana su magnífica racha de 14 victorias y 2 empates consecutivos desde aquella derrota en diciembre ante el Moralo. Cosas del fútbol. Sin presión, el conjunto local se soltó, fue más vertical que su rival y se dio una alegría.

El Extremadura pareció en los primeros minutos que todavía estaba de fiesta. Recibió el homenaje del Moralo antes del pitido inicial y le arrolló después. En el primer ataque de los verdes, por la izquierda, Gabri lo culminó mandando el balón al fondo de las mallas a bocajarro para el 1-0. Al rato, en el primer córner, el visitante Platero estrelló su remate en el larguero. Se jugaba rápido y en otra gran acción por la izquierda del Moralo, Robinho remachó el 2-0 ganando la posición, otra vez, a los centrales. Verlo para creerlo.

Con ventaja en el marcador, los de Navalmoral contemporizaron, aunque siguieron teniendo claras ocasiones para marcar: Robinho con un duro disparo lejano y Gasolina con otro cercano. El Extremadura quiso el balón para buscar combinaciones, pero apenas comprometió a la zaga contraria. Su oportunidad más nítida para meterse en el partido fue un claro penalti de Leo Llanos sobre Rubén Cabeza, que el propio delantero azulgrana ejecutó para que Iván Leno se luciera atrapando el lanzamiento. Todo le salía bien al Moralo, que se marchó al descanso con ventaja y esperando la reacción rival.

En la segunda mitad el juego estuvo más igualado. El Extremadura puso toda su artillería, pero tuvo poca claridad en sus llegadas. Los de casa buscaron más los contragolpes. Maikel y Dieguito pusieron a prueba al cancerbero local, que respondió bien evitando que a su equipo le entrara el miedo. Michael tocó un remate, para marcar, de Gabri que iba dentro y fue castigado con fuera de juego. Robinho perdonó un tres contra uno para finiquitar el duelo, lo que no hizo ya con el tiempo cumplido en otra contra rápida para colocar el sorprendente 3-0 en el marcador, a pesar de que el guardameta Carlos rechazó un primer remate. Final feliz para unos, frotándose los ojos, y tropiezo, sin consecuencias, para otros.

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