Bea Parra, jugadora de fútbol
«La Queens League es muy original, puro espectáculo»La futbolista pacense jugó en el equipo de DjMaRiiO al regresar a España tras dos años en la Liga mexicana en los que hizo historia
La pacense Bea Parra atiende a este diario armando el hatillo para viajar la semana que viene a su nuevo destino futbolístico para los próximos ... dos meses que, a falta de confirmación oficial, será en el norte de Europa. En mayo aterrizó en España tras dos años en la Liga de México con el Atlético San Luis Femenil, en el que se ha erigido como la máxima goleadora de la historia del club. La Queens League llamó a su puerta y no se lo pensó, participando en un partido con el Ultimate Móstoles del mediático DjMaRiiO. Divisa aún lejos la retirada, aunque cree que su tiempo en la élite española ha pasado y no esconde que le encantaría jugar en Japón, donde ya disputó un amistoso.
–¿Qué tal el regreso a España después de dos años fuera?
–Llegué a finales de mayo y he disfrutado mucho. He jugado en la Queens League, he disfrutado de mi familia, he podido ir a la boda de mi prima, ir a la playa con mis padres y hacer la mudanza, porque me fui a México con las prisas y guardé todo en un trastero y ahora ya tengo mi casa.
–¿Cómo surgió la posibilidad de participar en la Queens League?
–Hay una chica que ayuda con el draft del Ultimate Móstoles a la que conozco y nos escribió estando en México a Marta (Perarnau) y a mí, para ser la jugadora número 12, que hay equipos en los que es fija, pero normalmente va rotando y está permitido que entren y salgan llegando gente invitada sin más compromiso que asistir al partido ese día. Cuadramos dos fines de semana para irnos a Barcelona de vacaciones y pudimos jugar.
–¿Cómo ha sido la experiencia?
–Increíble, me ha encantado la competición, el formato es muy divertido y atractivo para los jóvenes, de ahí el boom a nivel mediático y de redes sociales. Me lo pasé muy bien, tuve mucha suerte con mi equipo, nos trataron genial.
–¿Cómo definiría el formato?
–Es puro espectáculo, salen fuegos artificiales de detrás de las porterías cuando marcan un gol y modifican cada semana las normas.
–¿Cómo ha sido vivir desde dentro ese mundo de los 'streamers'?
–Con los que he tratado me he sentido muy a gusto, con mi presidente, DjMaRiiO, he tenido muy buena relación cuando he coincidido en alguna cena o en el partido. Son chavales maravillosos, encantadores y siempre están pendientes por si nos falta cualquier cosa.
«Me he sentido apartada de mis compañeras, que no se me trataba como una profesional»
«Se me ha pasado el tiempo de competición en España; me gustaría jugar en Japón»
–¿Puede sentirse amenazado el fútbol convencional con la irrupción de este producto?
–Son diferentes, pero hay una frase que me gusta y es que sin competencia no hay excelencia. Es necesario que surjan eventos así y si alguien siente que le están haciendo competencia, que mire al vecino para aprender lo que está haciendo bien. Es una idea muy original y por eso está funcionando.
–La adaptación no debe ser fácil.
–Es más parecido al fútbol sala, por los movimientos y las dimensiones del terreno. Las jugadoras más técnicas tienen más cabida en este formato. De hecho, hay algún equipo con el staff técnico de fútbol sala completamente. Son partidos cortos y no da tiempo a hacerte, solo entrené un día y luego el partido. No te adaptas ni entiendes las normas si vas para un periodo corto.
–Hace unos meses puso fin a dos años en México, ¿qué balance hace?
–Ha sido una experiencia increíble, diferente a todo lo que había vivido en España. He descubierto un fútbol diferente al que me he tenido que adaptar. Me ha hecho crecer mucho a nivel individual. Yo era una diez acostumbrada a asociarme, que abría a banda; he aprendido a regatear mucho, a hacer desmarques a banda. Ha sido un reto a nivel técnico-táctico.
–Pero el final no ha sido precisamente dulce, con problemas graves con el cuerpo técnico.
–El final ha sido, como me dijo la madre de un chico de allí, como tenía que ser para un equipo de fútbol mexicano femenino. Debe haber un momento en el que se diga 'ya basta', no solo allí, en todo el mundo. El abuso a la mujer en todas sus variantes tiene que erradicarse. Yo me he ido sin miedo a decir cómo me estaba sintiendo. No era la situación de todas mis compañeras, pero sí la mía. Te vas con la sensación de que me podía haber despedido en el campo con la afición, pero ha venido gente a casa a decirme adiós, me voy con el bolsillo lleno de amistades.
–¿Pero qué pasó en ese vestuario?
–Me he sentido apartada de mis compañeras, que no se me trataba como una profesional. Y no solo era mi caso, nos hemos ido diez con la sensación de que no se nos ha tratado como se debía. El club no ha hecho pública nuestra despedida en redes sociales, eso llama mucho la atención. En México se dice que 'una vez en la carretera se acomodan los aguacates', el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
–La realidad es que ha dejado huella dentro y fuera del césped.
–Me voy orgullosa de lo que he hecho allí, como máxima goleadora de la historia del club. Marta y yo hemos dejado un legado importante y hemos conseguido que nuestras compañeras se paren a pensar y que se empoderen y entiendan que no puede venir cualquiera a tratarlas como consideren por ser entrenador, por tener un puesto concreto o tener tres años más.
–La espinita deportiva es no haber podido meter al equipo en la liguilla.
–Ese fue el objetivo con el que llegamos, pero no me da pena, porque hubiese sido un éxito del club en general y las circunstancias que había dentro no eran para que nos mereciésemos algo así. Es de lo que menos he pensado cuando me vine, porque me llevo otras muchas cosas.
–¿Qué le ha marcado más de México?
–Es un país maravilloso, lo que más me ha conquistado es la gente, la afición ha sido increíble, es algo que no había vivido en ningún sitio y no creo que lo vuelva a vivir; ha sido muy gratificante. Y, por supuesto, la gastronomía, echo de menos su comida, antes pensaba en las ganas que tenía de volver para comer un plato de jamón y una tortilla y ahora lo que me apetecen son unos chilaquiles y unos tacos.
–Es un país peligroso, ¿ha sentido esa inseguridad?
–Hemos tenido mucha suerte, vivíamos en una zona central turística, somos deportistas y nos respetaban en la ciudad. Ibas a un centro comercial y la gente te saluda y eso da tranquilidad a nivel social. Claro que es peligroso, los datos están ahí, pero yo no lo he vivido, no me he sentido acosada ni perseguida.
–¿Regresará a la Liga F.?
–No sé si estaría físicamente preparada, quizás se me ha pasado un poco el tiempo de competición en España. Me encantaría seguir jugando en distintos sitios del mundo. Tengo la espinita con Japón, estuve una semana hace poco y me fascina su cultura y su fútbol, que es muy parecido al de España; me gustaría irme un año. Quién sabe si Australia… No lo sé, pero no tengo planteado retirarme, me siento bien para seguir disfrutando del fútbol.
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