Un derbi con cuentas pendientes

El Badajoz ya es campeón de subgrupo y está clasificado para la fase de ascenso a Segunda. Tiene más necesidad el Mérida, sin nada decidido sobre los tres posibles escenarios en los que puede verse en la segunda fase y una derrota le podría abocar al peor posible. Después del triunfo de ayer del Villanovense, y esperando a ver lo que hacen esta mañana Extremadura, Melilla y Talavera, un punto en Badajoz sería insuficiente. Al menos para colarse en la próxima nueva categoría a la primera. De hecho, y según los resultados que se den, el Mérida podría acabar la jornada en puestos de descenso. «No sabemos los puntos que vamos a necesitar al final, pero mientras haya posibilidades de acabar entre los tres primeros lo vamos a intentar hasta el final», insiste Dani Mori. «Aquí nadie va a decaer. Mentalmente somos un equipo fuerte, que se ha antepuesto a todo, ¡y mira que nos han venido mal dadas muchas veces este año!». En el Nuevo Vivero saben de esa urgencia y al margen del plus de la rivalidad deportiva les reciben en alerta máxima. «Tenemos un buen equipo delante, con un comportamiento regular en la segunda vuelta y que viene jugándoselo todo», avisaba Estévez.

Y también sabe el Mérida a lo que va al Nuevo Vivero: un rival con muchísima sed de venganza, un estadio 'lleno' con cuentas pendientes, un equipo potentísimo en lo futbolístico y una necesidad acuciante de puntos a sus espaldas. «Somos conscientes de que será muy complicado, pero ya nos hemos levantado de la dolorosísima derrota del pasado domingo. Tenemos opciones», incidió varias veces en la previa del viernes Dani Mori, como lo hizo hace justo tres meses y un día.

A priori, el equipo pacense afronta el choque sin una excesiva presión más allá de que los puntos siguen siendo de vital importancia para la segunda fase y despejar dudas por los cuatro empates consecutivos que arrastra, pero este duelo siempre está señalado en rojo. Ya lo subrayaba Fernando Estévez en la previa. «Es un partido que sabemos que es importante y que la afición tenga la idea clara que está marcado en nuestro calendario».

Esa única derrota aún sigue fresca en el vestuario del Badajoz y prueba de ello es que el técnico blanquinegro recordó hasta en cuatro ocasiones el tiempo que había transcurrido. Empezó y cerró su intervención del viernes con el mismo mensaje. «Llevamos tres meses y un día esperando el partido del domingo», repetía. Ejemplo claro de la importancia que concede al derbi y lo mentalizada que está la plantilla para quitarse esa espinita y dar una alegría a su afición. Una masa social que empezó a vivir el derbi ya desde el sábado dando ese subidón de adrenalina a sus jugadores. La arenga previa a un encuentro de máxima carga emocional que motiva por si solo y con ánimo de revancha. En el vestuario pacense sigue muy presente ese recuerdo ante su único verdugo esta temporada. «Vamos a poner toda la carne en el asador y que el domingo vamos con todo». Será la única afición que pueda disfrutar del derbi en las gradas sin la réplica de la hinchada rival. En este caso por exigencia de unas limitaciones a la mitad del aforo que ya se completa con los abonados blanquinegros y un Real Decreto que impide en partidos declarados de alto riesgo la venta de entradas el mismo día.

Estévez recupera la creatividad de Álex Corredera y David Concha para medirse a un rival «aguerrido y defensivamente intenso», pero sigue sin poder contar con Adilson, su única baja para este domingo. El técnico blanquinegro podría darle los galones a Guzmán, especialista en este tipo de duelo de pulsaciones a cien y agitar el ADN blanquinegro. «Sabemos el rival que tenemos delante, lo tenemos muy estudiado y vamos a poner todos los alicientes que tengan que ver con el juego», apuntaba el preparador granadino. Estévez espera un partido más abierto que en el Romano. «Creo que vamos a ver un equipo menos especulativo que allí y donde el fútbol tiene que ser protagonista». El ánimo de revancha es latente. La expulsión de Dani Aquino y el posible penalti no señalado sobre Dani Fernández marcaron el derbi de la ida y aún colea en Badajoz. De hecho, hasta el propio Mérida lo reconocía de alguna forma indirectamente al utilizarlo como recurso para argumentar su crítica a la actuación del mismo colegiado la pasada jornada ante el Extremadura por anularle dos goles.

Otra de las malas noticias, aparte de lo que tendrá enfrente y la necesidad propia de puntos (en plural), es que no estará Marc Carbó, al que le toca cumplir ciclo de amarillas. «Marc es importantísimo porque hace tiempo que dio un paso adelante con y sin balón, en los duelos y en la llegada, en el trabajo… Ya sabéis mi opinión sobre él. Pero siempre nos hemos reinventado y el equipo ha dado la cara», expone el técnico emeritense, que lo suplirá con Carlos Selfa o Mario Robles. O incluso con los dos, para acompañar a Rocha en la medular, desplazar a Gaspar a una banda y sacrificar o a Chirri o a Barbosa.

La otra baja es la del lateral izquierdo Héctor Camps. Barbosa será titular seguro, así que si Dani Mori opta por esquinar a Gaspar a una banda y esa banda es la de Barbosa, Barbosa volverá al lateral izquierdo. Es poco probable porque Barbosa tiene lo que le hace falta este Mérida: desborde y gol, y Dani Mori prefiere acercarlo al área contraria. Así que la otra duda será quien ocupará el lateral izquierdo. En la previa, el técnico emeritense reconoció que cambiar de bandas a Felipe Alfonso y Rubén Valverde es una opción, que no lo hizo ante el Extremadura porque prefería no tocar lo que funciona, pero que la posibilidad está ahí.