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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
En el Valle de Arán. Pau Donés y Jordi Évole durante una de sus charlas en el Pirineo catalán, el paraje donde el cantante de Jarabe de Palo vivió sus últimos años y donde también eligió morir. R.C.
«Su adiós fue una lección de vida»

«Su adiós fue una lección de vida»

Jordi Évole y Pau Donés ·

Llega a las salas 'Eso que tú me das', el documental del periodista sobre la emotiva y esperanzadora despedida del cantante

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Viernes, 2 de octubre 2020, 00:19

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«Es un documental con la muerte muy presente, pero es toda una lección de vida». Así se refiere Jordi Évole (Cornellá de Llobregat, 1974) a 'Eso que tú me das', su película sobre los últimos días de Pau Donés, el cantante fallecido el pasado 9 de junio tras cinco años de lucha contra el cáncer. Un Donés que quiso compartir su aplomo y sus reflexiones ante su final con su público a través de la película que es un canto a la vida y estrenada esta semana en 247 salas de cine. «Quien piense que va a ver algo lacrimógeno que le sumirá en la tristeza, que se olvide», advierte el director, que confiesa que «iniciamos el rodaje bien llorados» tras hablar antes «porque no podíamos regodearnos en la pena». De hecho, «el humor está muy presente. Hay momentos en los que el espectador se ríe con ganas, como hemos comprobado en los pases previos», señala. «Lo que te queda es una útil lección de vida -insiste Évole- y una manera de encarar la muerte de forma serena y con ganas de disfrutar de la vida hasta el último aliento».

Fue el líder de Jarabe de Palo quien veinte días antes de morir llamó a su amigo Évole y le abrió su alma en las conversaciones que sostuvieron en la casa del músico en el Valle de Arán, donde eligió morir. Hablaron de la enfermedad, el miedo, el duelo y, desde luego sobre la muerte, la única certeza que tenemos en la vida pero a la que no miramos a la cara. «Nos educan como si la muerte no existiera y Pau nos enseña a afrontarla de forma serena, algo muy pedagógico».

Donés no dudó en mostrarse cuando la enfermedad hacía estragos en su físico, venciendo al pudor y dando la cara cuando el cáncer lo minaba. «Tuve dudas y temor ante la imagen que Pau podía transmitir en ese momento. No se lo trasladé a él, pero se lo consulté a su oncóloga, Elena Élez, que me animó a seguir. Pau intentó dar visibilidad a la enfermedad desde el primer momento y que lo quisiera hacer también al final era muy bueno. La oncóloga me dijo que lo hiciera lo mejor que supiera, que no escurriera el bulto y que p'lante. Y así fue».

Rodarlo fue una experiencia «que cambió mi visión de la muerte y de la vida» reconoce Évole, que dice sentirse ahora «más reflexivo que activo» y que espera que el documental cambie también al espectador «de forma muy positiva». «Saldrá del cine con muchas ganas de vivir, de aprovechar cada minuto y de no ahogarse en un vaso de agua, como nos ocurre tan a menudo». «Que alguien a quien le quedan quince días de vida te diga todo lo contrario, que no te agobies, que hay que exprimir la vida hasta el último suspiro, es alentador». «No es que Pau se marchara por la puerta grande: salió de la vida por una puerta enorme», subraya Évole.

Los beneficios de la película se destinarán a la investigación del cáncer en el Vall d'Hebron, donde trataron al cantante.

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