Womad falta a su cita por primera vez en 29 años
Suspensión. Cáceres se hubiera llenado este fin de semana de colorido y músicas del mundo, pero el coronavirus impidió la firma del nuevo contrato que extendía la cita hasta 2023
Ha habido ediciones del Womad Cáceres con frío y lluvia, y otras con sol abrasador y altas temperaturas. Esta cita musical, que puso en marcha Peter Gabriel en 1992, ha tenido grandes estrellas como Suzanne Vega, Bob Geldof , Eliades Ochoa o Salif Keïta y otros más discretos, artistas por descubrir. En 29 años ha habido de todo, distintos formatos e incluso un Womad en diciembre, pero nunca se había suspendido.
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En su larga vida en la ciudad ha recogido aplausos y críticas y le han acompañado polémicas y desencuentros con las instituciones que han llegado a amenazar su continuidad. Womad ha sobrevivido a todo, pero ha sido un virus global el que ha dado al traste con una cita que precisamente explota la cultura universal, la que no tiene fronteras, como esta enfermedad que ha puesto patas arriba a todo un planeta.
Durante los tres días de Womad la ciudad reúne, en sus distintos espacios, unas 100.000 personas. Las fotos que deja este festival recogen a gente, mucha gente apretada, sin espacios en blanco. Son imágenes que tardarán en repetirse porque las medidas preventivas para el combate de este virus requieren de todo lo contrario, alejamiento físico entre personas.
Más de 400 personas trabajan en poner el pie un festival que reúne a 100.000 espectadores durante cuatro días
La fuerte inyección económica para la hostelería (bares, restaurantes y alojamientos) este año se pierde. Desde ayer jueves 7 de mayo y hasta el próximo domingo la ciudad debería haberse llenado de color y músicas del mundo. En cambio, nos encontramos en algo tan insólito como el proceso inicial de la desescalada de un confinamiento que nos ha tenido durante más de 50 días en casa y sin apenas actividad de ningún tipo.
La directora de este festival en España, Dania Dévora, reconoce que estos días siente una especie de «pellizco» al mirar al calendario y constatar que este fin de semana la cita volvería a reproducir sus escenas más típicas: plazas y calles a reventar, música, color.
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La suspensión oficial de Womad tuvo lugar el pasado 19 de marzo, la semana posterior a la declaración del estado de emergencia. A través de un comunicado, el consorcio Gran Teatro anunciaba que la siguiente cita sería en 2021. Era ya la enésima cancelación de actos culturales y sociales que se hacía en la ciudad.
De no haber tenido encima el grave problema de salud que nos asola, Womad hubiera estrenado en esta 29 edición un contrato que se ha quedado sin firmar. El 9 de marzo, cuando ya habían fallecido 28 personas en España y había un millar de afectados, tuvo lugar la reunión del consejo rector del Gran Teatro en donde todas las partes que lo integran (Diputación, Ayuntamiento y Junta de Extremadura) aprobaron la firma de las nuevas condiciones hasta 2023 con un presupuesto total de 1.408.959 euros, lo que supone 420.000 euros por año, una cantidad ligeramente inferior a la de la última edición, a la que se destinaron 460.000 euros. Ese documento nunca llegó a rubricarse.
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En esa misma reunión se habló de establecer una cláusula en la que se abordaran las condiciones en el caso de que la pandemia obligara a suspender el festival, como así ha sido. Pero confirman tanto la propia Dania Dévora como la Consejería de Cultura que Womad España no percibirá ninguna cantidad económica. Más de 400 personas trabajan en esta cita entre músicos, técnicos y distintos perfiles profesionales que contribuyen a que todo se ponga en pie. El mundo de la cultura ha sido duramente golpeado por el virus, aunque ya se han aprobado medidas para paliar el desastre en este sector.
También se quedan en blanco los 270 artesanos que se iban a instalar en el mercado del paseo de Cánovas, que este año había batido récords de solicitudes, con 638 peticiones para ubicar tenderetes.
Los 'womeros' que este fin de semana se asomen a la Plaza Mayor no atisbarán el gran escenario que acogía las horas de conciertos durante el fin de semana. Los vecinos de la Ciudad Monumental han luchado denodadamente por mejorar las condiciones de civismo y limpieza con las que se ha desarrollado esta cita a lo largo de estos años.
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No al botellón
El presidente de esta asociación vecinal, Juan Manuel Honrado, reconoce que este año tenían «expectativas de mejora». En el mes de enero tuvieron un encuentro con el Gran Teatro, el Ayuntamiento, la Policía Local y Conyser en el que habían logrado avances para mejorar en la convivencia. La práctica desmesrada del botellón y las actitudes de personas que ahcían sus necesidades en la zona, fuera de los baños habilitados, ha sido una de las luchas que ha afrontado esta asociación, que para este año había llegado asolicitar el cierre radical de botellón en la PlazaMayor.
La utilización de vasos de plástico reutilizables como alternativa para evitar que los residuos se multiplicaran exponencialmente tuvo cierto seguimiento en la última edición, algo en lo que esta asociación quería seguir trabajando con ahínco. Una de las cuestiones que se iban a abordar era una reunión con los hosteleros para planificar con tiempo suficiente la utilización de los vasos de plástico.
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