El Gato con Jotas logró llenar la Plaza Mayor de Cáceres con su alegría folclórica en el primer día de Womad Cáceres. JORGE REY

Womad Cáceres convierte el jueves inaugural en una masiva fiesta del folclore

El Gato con Jotas incendió la Plaza Mayor en la primera jornada de una cita que regresa hoy con ocho conciertos

Cristina Núñez

Cáceres

Viernes, 9 de mayo 2025, 07:27

La temperatura y los cielos no estaban de todo agradables este jueves por la tarde en Cáceres. Tal y como dijo Chris Smith, el director ... internacional de Womad durante la inauguración de la trigésimo segunda edición de este festival, este año la climatología está un poco 'british', con temperaturas más bajas de lo normal, cielos encapotados y cierta previsión de lluvia. Sin embargo a partir de las ocho menos cuarto la Plaza Mayor empezó a llenarse de gente y a formarse el habitual tapiz de color de los Womad más masivos. «Está muy lleno para ser jueves», repetía más de uno en mitad del jolgorio inaugural, de esa bienvenida que dan los de casa, el público más doméstico, a un festival que es una tradición.

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La magia de este jueves la hizo El Gato con Jotas, Sergio Gómez, que atrajo a una riada de personas al calor de su modernidad folclórica, que etiqueta bajo el concepto de Electrojota. Esa nueva reivindicación de las raíces y del folclore local se tradujo en público ataviado con los pañuelos típicos, los de cien colores y los de sandía. El Gato había prometido incendiar metafóricamente la Plaza con sus ritmos y lo consiguió: la gente bailó y entonó los ritmos más tradicionales de la región y la provincia y se divirtió con la exhibición de trajes que componen el acervo local. Sergio Gómez hizo proclamas a favor de la paz en Palestina y se manifestó a favor de los derechos del colectivo LGTBI. Y lo dejó todo en alto para las siguientes actuaciones, la de Ángeles Toledano y Baloji. Fueron los primeros de las 21 conciertos de las que está compuesto este programa. De ellos, nueve son extremeños.

Control de bolsas para evitar el botellón en Womad Cáceres. JORGE REY

Womad encarrila un segundo año sin botellón y todo el mundo parece estar ya acostumbrado a esta norma. Controles en los accesos principales de la Plaza Mayor impiden que el público acceda con botellas de alcohol. Los precios de las consumiciones que ofrecen los locales de la Plaza rondan los cinco o seis euros el litro de cerveza, tinto de verano o sangria. Por todos los espacios del Womad se pasean los voluntarios de la campaña de reciclaje 'Cada lata cuenta'.

Tras esta jornada inicial este viernes, uno de los dos días grandes, se ponen en marcha los otros dos escenarios en los que habrá conciertos: San Jorge y Santa María. En total junto a la Plaza Mayor habrá ocho actuaciones entre las que se encuentra la considerada cabeza de cartel, la multipremiada artista Angélique Kidjo, de Benin.

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Womad es música pero también cuenta con otras actividades que configuran su esencia. Se puede disfrutar este festival probando la comida del mundo de la Plaza de las Veletas y visitando el mercado de Cánovas, una verdadera ciudad efímera en la que puede encontrarse un poco de todo.

Apoyos al 2031, críticas a la guerra y el más joven de los 'womeros'

La inauguración oficial del festival Womad se celebró ayer en el Gran Teatro entre discursos institucionales, una batucada de la asociación Mudarte y muchos globos de color. Es el pistoletazo de salida de una fiesta que es eminentemente callejera pero que requiere también de un acto más formal de salida, que ayer condujo la comunicadora Ana B. Carretero.

La directora del Gran Teatro, Marisa Caldera y el director del festival, Chema Fernández, de la empresa Sonde3, ejecutaron una especie de diálogo teatral para abrir esta cita. Es el segundo año de Womad para ambos, y los dos ensalzaron sus respectivos papeles para lograr sacarlo adelante. Subrayaron la necesidad de «cuidar» la música. Chris Smith, el director internacional de Womad habló de la importancia de esta cita por su carácter independiente en un mundo en el que las corporaciones, dijo, «cada vez se lo ponen más difícil a los artistas». El presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, hizo hincapié en la paz, en conflictos como el de Gaza y en la música como pegamento entre las fronteras.

La meta de que Cáceres sea capital cultural en 2031 salió en el discurso de Morales, del secretario general de cultura, Francisco Palomino y del alcalde, Rafael Mateos. La presentadora le denominó «el más chiquinino del Womad», por tener solo 11 años cuando arrancó en 1992. El rió. «El pelo no me hace justicia» dijo.

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