Piden cárcel para un falso instalador de contadores de luz que estafó a una anciana en Cáceres

El acusado tendrá que hacer frente a la pena de tres años y medio de prisión que solicita la Fiscalía Provincial de Cáceres por la estafa que llevó a cabo sobre una anciana de 82 años.

No era la primera vez que el hombre, que se había valido de la llamada previa para crear «una imagen de legalidad», buscaba obtener un beneficio ilícito ofreciendo el cambio del contador de la luz. Actuó en otros puntos de la región y en Badajoz tiene tres condenas de dos años, un año y tres meses respectivamente por casos similares.

Por ello, y según los artículos 248 y 250.1.8 del Código Penal se refiere a un delito de estafa que, debido a ciertas circunstancias agravantes, conlleva penas más severas. Específicamente, el artículo 250.1.8º establece que la estafa se considera agravada si el autor ha sido condenado previamente por al menos tres delitos de estafa, siempre y cuando esos antecedentes no hayan sido cancelados o debieran serlo. Además de la pena de cárcel el acusado deberá hacer frente a una pena de nueve meses de multa con una cuota diaria de 20 euros, la aplicación de la responsabilidad personal subsidiaria y las costas del procedimiento. Además, deberá indemnizar a la víctima con la cantidad de 450 euros.

En el barrio de Llera de Badajoz en 2023 se produjeron varios fraudes similares al que ahora se juzga en Cáceres. Una de las mujeres afectadas explicó que había recibido una llamada por teléfono diciendo que eran del Ayuntamiento y que estaban revisando los contadores de la luz, por lo que ella pagó 300 euros. La persona que realizó la llamada tenía todos los datos de la mujer y de su marido, que ya había fallecido. Tal y como señalaba temió que además quisieran sustraerle joyas u otros bienes.

A pesar de las prevenciones y de la información sobre este tipo de fraudes, no dejan de reproducirse casos similares en diferentes puntos de España. El pasado mes de marzo la Policía Nacional desarticuló una banda en Madrid que actuaba igual que en el caso de Cáceres: hacían una llamada previa a domicilios de personas mayores antes de acudir bajo el reclamo de la revisión del contador.