Las dos hermanas del Alba Plata no podrán entrar al colegio sin mascarilla
Educación rectifica su decisión del martes de aislarlas en un aula y desde hoy recibirán «atención educativa» en su domicilio
La decisión adoptada el martes por la Consejería de Educación de aislar en un aula del colegio Alba Plata a las dos hermanas cuyos padres se niegan a que acudan a clase con mascarilla ha generado una cascada de reacciones negativas de tal calibre que ayer, 24 horas después, la Junta de Extremadura rectificó y endureció su postura sobre este controvertido asunto.
A la una de la tarde compareció en Mérida Francisco Javier Amaya, secretario general de Educación, para comunicar que a partir de hoy, jueves, las dos hermanas no podrán entrar al colegio si no llevan la mascarilla puesta. Amaya admitió que la decisión ha sido «difícil» al haber una «fricción» entre dos derechos fundamentales: el de la educación y el derecho a la salud. Finalmente, resumió, ha prevalecido el derecho a la salud, «que en este caso es también el derecho a la vida».
Ahora la pelota está en el tejado de los padres. Si siguen rechazando, como hasta este momento, el uso de la mascarilla por parte de sus hijas sin ningún tipo de indicación médica las niñas tendrán que quedarse en casa. La alternativa brindada desde Educación consiste en recibir «atención educativa» en su domicilio, aunque esto no significa que vaya a ser en el mismo horario lectivo que las clases ordinarias. «No estamos ante un alumno vulnerable que, como consecuencia de la pandemia, no pueda asistir a clase, sino de una decisión de la familia. Van a recibir una atención educativa que nos permita mantener el seguimiento porque ningún niño puede quedarse totalmente descolgado del sistema de educación», explicó secretario general.
La medida aplicada en el Alba Plata será extensiva a todos los centros educativos extremeños, a menos que exista una prescripción médica que recomiende lo contrario. Lo ocurrido en Cáceres, subrayó Amaya, no tiene precedentes en la región. Hay que recordar que el uso de la mascarilla es obligatorio en los niños mayores de seis años.
Las niñas, que están en quinto y tercero de Primaria, acudieron ayer al colegio sin mascarilla acompañadas de sus padres, que sí las llevaban durante el breve encuentro que mantuvieron con la directora del colegio, Ángela Egido, y otra integrante del equipo directivo, dentro del recinto educativo. Mientras tanto, en el exterior, los profesores se manifestaban en contra de la primera decisión adoptada por la Junta, la de aislar a las niñas en un aula, y rechazaron de manera unánime darles clase ayer. Las dos hermanas fueron atendidas durante la mañana por el equipo directivo del colegio.
Francisco Javier Amaya aclaró ayer que esta medida era «cautelar» y que la Junta ha ido dando pasos de manera gradual (tras consultar los servicios jurídicos de la consejería, así como la abogacía general ) mientras trataba de mediar con los padres, con el fin de que cambiaran de posición, algo que ha sido imposible dado que tienen una postura «tajante» sobre el uso de la mascarilla.
Este diario se puso ayer en contacto con la pareja–ella es polaca y él, español– para saber su opinión sobre la última decisión adoptada por la Junta y, como vienen haciendo durante los últimos días, no se pronunciaron. Aunque las alumnas ya habían estado escolarizadas con anterioridad en este mismo centro, el curso pasado –que fue el primero en el que los niños tuvieron que ir a clase con mascarilla– no estuvieron en España y por eso este conflicto ha surgido ahora y no hace un año.
La Fiscalía Superior de Extremadura se encontraba ayer a la espera de recibir un informe sobre el caso que le iba hacer llegar la Junta de Extremadura, por si considerase necesario intervenir. Desde este órgano indicaron a HOY que, una vez que se analice esa documentación, será la Fiscalía Provincial de Cáceres la que tendrá que decidir si solicita algún tipo de medida, que en todo caso sería siempre para defender los derechos de los menores implicados, que no son solo las dos hermanas sino también el resto de alumnos del colegio. En la Fiscalía admiten la «gran complejidad» jurídica del caso, por entrar en conflicto diversas normativas y derechos fundamentales.
Ayer, precisamente, el consejero de Sanidad, José María Vergeles, confirmó que la Junta ha puesto el caso en manos de la justicia por si la Fiscalía ve conveniente tomar alguna. «Creo que es necesario que en estos momentos el poder judicial nos dé algo de luz», dijo el consejero, una vez que la mediación no ha funcionado.
Al rechazo de los profesores a la decisión inicial de mantener a las niñas aisladas en un aula se sumaron las reacciones contrarias de los sindicatos y de la AMPA. Tras conocer la decisión final, los padres de alumnos emitieron ayer un comunicado en el que dan por buena la medida y exigen a la administración que haga cumplir sus propios protocolos, que son de obligado cumplimiento para todos. «Lamentamos que esta decisión se haya tomado con varios días de retraso y no se tomara en un primer momento, ya que se ha expuesto innecesariamente la salud de los alumnos y familias, así como la del personal del centro».
Por último, el rector de la Universidad de Extremadura, Antonio Hidalgo, dijo ayer que no usar mascarilla en las aulas de las facultades implica la expulsión del alumno de las instalaciones.
