La investigación por el asesinato de Imane sigue abierta un año después

El cuerpo de Imane aún no ha podido ser devuelto a sus familiares marroquíes para darle sepultura, ya que la Fiscalía ha solicitado más pruebas que no detalla a este diario. Según la familia de Imane, actualmente el cuerpo se encuentra depositado en Murcia, en un departamento de preservación mortuoria, lo que impide que se le pueda dar sepultura en su país.

El pasado mes de octubre se aprobó una prórroga en la instrucción de este caso, que tramita el juzgado número de 1 de Valencia de Alcántara.

El asesinato de Imane supuso un largo y doloroso proceso para sus padres, que también están personados en esta causa. La Junta de Extremadura se hizo cargo de la tutela del bebé el 2 de noviembre de 2022. Desde ese momento vivió en el centro de acogida Jardín del Sauce de la capital cacereña. Los padres de la joven, Mostafa Saadaoui y Malika El Wai, se desplazaron a principios de diciembre desde Casablanca hasta Extremadura para luchar por recuperar la tutela del niño embarcándose en un largo proceso para poder criar a su nieto. Además de este hijo, Imane tenía otra hija de nueve años fruto de una relación anterior. Durante ocho meses los padres de la joven marroquí residieron en Valencia de Alcántara para poder tramitar la tutela de un niño que había nacido en territorio español.

Al principio se estableció un régimen de comunicaciones que solamente permitía a los abuelos maternos comunicarse con el menor a través de videollamada dos veces a la semana. Más adelante los padres de Imane pudieron ver al niño, ya que se estableció un régimen de visitas presenciales durante varios días a la semana.

El pasado 20 de julio el niño voló finalmente a Casablanca con sus abuelos para comenzar una nueva vida fuera del centro de menores y junto a su hermana.

Los padres de Imane habían hecho distintos llamamientos a través de los medios de comunicación para solicitar el reagrupamiento familiar. Siempre reivindicaron poder criar y cuidar al niño y que pudiera crecer juntos y en su país.

El asesinato fue un mazazo para Valencia de Alcántara, en donde Imane residía desde 2020 y estudiaba español en el centro de personas adultas. La noche de aquel 1 de noviembre la plaza del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara se llenó de velas en repulsa por su asesinato. Acudieron a este acto representantes institucionales, vecinos de la localidad y también familiares que vivían en distintos puntos de España.

Imane había denunciado y llegó a vivir durante unos meses en la Casa de la Mujer de Cáceres, pero ya no tenía una orden de protección activa y vivía con su agresor. Esta circunstancia, el hecho de que ya hubiera sufrido maltrato previamente y siguiera conviviendo con la persona que le quitó la vida, planteó dudas sobre el sistema de protección a las mujeres agredidas. En ese momento la Junta de Extremadura explicó que a pesar del levantamiento de la orden de protección Imane continuó con asistencia y apoyo por parte de los servicios de Igualdad de la Mancomunidad Sierra de San Pedro, a la que pertenece Valencia de Alcántara.

Con la muerte el pasado 1 de noviembre en Valencia de Alcántara, Extremadura registró 13 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003, cuando se empezaron a recopilar datos, según informó la Junta. La cifra no ha aumentado.

El número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 38 en 2023 y a 1.222 desde el año 2003.