Los informes municipales cuestionan el macrocomplejo budista en Arropez
El expediente de cesión de terreno en Cáceres permite la estatua y el centro de interpretación, pero no otros recursos previstos
El futuro del macrocomplejo budista en el monte Arropez no solamente depende de la buena voluntad del nuevo equipo de gobierno municipal o de ... la predisposición que tenga o no el alcalde Rafael Mateos hacia el mismo. Tampoco de si el cacereño promedio se identifica o no con el proyecto o si le parece exótico. La reunión que el pasado lunes mantuvo el nuevo equipo de gobierno con una delegación nepalí y representantes de la Fundación Lumbini abrió un horizonte más exigente a esta iniciativa espiritual, que se enfrenta, como primer trámite importante, a la cesión de la finca en donde se pretende instalar, que tiene la categoría de suelo no urbanizable de protección de espacios naturales y lugares de interés.
Los informes emitidos hasta ahora por el Ayuntamiento de Cáceres cuestionan la instalación de este centro espiritual y turístico tal y como se proyectó, aunque muestran más facilidades a una primera fase con estatua de 47 metros de un buda sentado y un centro de interpretación.
El expediente de cesión del terreno necesario para poner en marcha el proyecto emitido el pasado mes de abril indica que «el uso pretendido» (de carácter científico, docente y cultural) es un «uso admitido» por el Plan General Municipal y cuenta también con un informe favorable de afección a la red Natura 2000 (red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad) por lo que las obras solicitadas serían viables para la primera fase que propone la Fundación Lumbini. A pesar de ello, según este documento, en el escrito de solicitud se hace referencia a varias actividades que no forman parte de los expedientes de tramitación, como servicio de restauración y alojamiento para peregrinos, monjes y personal de servicio, tienda de recuerdos para visitantes, actividades de fabricación de productos artesanales y cualquier otro propia de un centro religioso. Se detalla también que «estas actividades no son autorizables con las condiciones urbanísticas vigentes».
Se trata, por otro lado, de una zona con derechos mineros que afecta a un total de 295,5 hectáreas, una cuestión que no pasó por alto el alcalde Mateos tras su reunión con la comitiva nepalí.
La comisión de seguimiento del proyecto Gran Buda, integrada por los concejales y con participación de representantes de la Fundación Lumbini se reunirá la próxima semana para valorar la marcha del proyecto y abordar esta nueva etapa con un nuevo equipo de gobierno municipal.
Además de la reunión que tuvo lugar en el Ayuntamiento la comitiva nepalí también se reunió con el presidente en funciones, Guillermo Fernández Vara. El ex concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Cáceres, actual diputado en la Asamblea por el PSOE, José Ramón Bello, manifestó ayer en redes sociales que «se pueden acometer sus primeras fases sin ningún problema de compatibilidad ambiental» y mostró su confianza en el Ayuntamiento de Cáceres para hacerlo posible. «Es una extraordinaria oportunidad para multiplicar exponencialmente la cifra de turistas, al mismo tiempo que ratificaría el carácter universal de una de las ciudades más amables del mundo, Cáceres».
Desde que en el año 2019 se dio a conocer el proyecto Gran Buda y posteriormente su ubicación en el Monte Arropez de Cáceres se han llevado a cabo un total de cuatro viajes oficiales. El último fue de carácter deportivo y enfrentó al Cacereño con la selección nacional nepalí en un torneo de fútbol. En otros viajes participaron distintos representantes instituciones como la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, el entonces alcalde de Cáceres, Luis Salaya o ediles de la corporación municipal, además de empresarios y miembros de la Fundación Lumbini Garden.
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