Hostelería y ocio acusan las pérdidas de dos años sin Womad en Cáceres
Las cerca de 2.000 plazas hoteleras de la ciudad se llenaban durante el certamen, que se hubiera celebrado este fin de semana
El supermercado Mostazo, ubicado en la plaza del Duque, desplegaba un operativo especial durante los días del festival de las músicas del mundo para exprimirlo al máximo. Aquello era un verdadero frenesí de bocadillos y jóvenes reponiendo fuerzas. «Durante un Womad fuerte podíamos llegar a despachar hasta 2.000 bocatas, en las últimas ediciones un poco menos, intentábamos sacarle partido, había mucho público y ampliábamos horarios para adaptarnos a los del Womad». Lo explica Gema Hurtado, una trabajadora de este recinto que añora esos días de música y algarabía al calor de los ritmos étnicos y que espera que vuelva. «Ahora necesitamos más que nunca que se hagan cosas».
Si no hubiera habido pandemia tal día como hoy estaríamos dispuestos a disfrutar del ambiente y también a hacer algún gasto extra. No todo son números, pero uno de los motivos que seguía haciendo atractivo Womad era el beneficio que acarreaba para el comercio, la hostelería y los bares. Durante prácticamente una semana, desde que se empezaba a montar el escenario en la Plaza Mayor y arribaban las primeras furgonetas de comerciantes al Paseo de Cánovas empezaba a notarse ese fluir de visitantes. La cantidad dedicada por las instituciones que integran el Consorcio Gran Teatro (consejería de Cultura, Ayuntamiento, Diputación) a la organización de Womad en los últimos años rondaba los 450.000 euros. ¿Retornaba esa cantidad a la ciudad? Es difícil medirlo. Ni el Ayuntamiento, ni la consejería de Cultura ni la propia organización Womad tienen un estudio sobre el impacto económico en la ciudad, pese a ser uno de los eventos más longevos de la agenda cultural extremeña y haberse puesto sobre la mesa en numerosas ocasiones su coste económico y sus beneficios. Unas 10.000 personas llenaban la Plaza Mayor y la Parte Antigua durante los días de los conciertos y unas 100.000 se movían por todos los espacios durante todo el fin de semana.
Organización
Juan Torres es el director del hotel Don Manuel. Él no duda: Womad conseguía llenar la ciudad y hacía que el mes de mayo, positivo en general, fuera excelente. Pese a que en las últimas ediciones la cita ha ido tendiendo a recibir a más público regional que nacional o internacional, el tirón existía. En este hotel se alojaba el grueso de la organización del festival, lo que en el último Womad que se celebró les generó unos ingresos de entre 15.000 y 20.000 euros y alrededor de 270 estancias. Según su valoración durante el Womad el precio de las estancias por persona en hoteles de la categoría del Don Manuel (cuatro estrellas) oscilan entre los 70 y 80 euros. La ciudad cuenta con cerca de 800 plazas hoteleras de tres y cuatro estrellas, además de alojamientos en pequeños hoteles, hostales o pensiones que hace que la oferta llegue a unas 2.000. Además de en el Don Manuel los artistas y otros trabajadores del festival se distribuían por diferentes hoteles.
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Alrededor de 170 son los apartamentos turísticos que hay en la ciudad, una cifra que ha ido creciendo de forma exponencial en los últimos años. María Salado es la presidenta de Aptuex, la asociación que reúne a los dueños de apartamentos de la región, la mayoría de los cuales están en Cáceres.
Esta empresaria considera que «Womad era como la Semana Santa, tanto gente de la organización como que venía a disfrutar del festival reservaban los apartamentos, la demanda era mucha, el precio subía y se cubrían todas las plazas», indica. Aunque los precios de cada apartamento varían, la media durante Womad podía llegar a alcanzar los 100 euros la noche para dos personas. Salado espera que el próximo año vuelva a celebrarse esta cita y recuperar la temporada alta turística de la ciudad, de marzo a junio.