Condenan a dos años y medio de cárcel al director de una residencia de mayores de Valencia de Alcántara
Por acceder al ordenador de una trabajadora, y realizar funciones de enfermero sin tener titulación
Dos años, seis meses y un día de prisión; seis años de inhabilitación absoluta y pagar una multa de 4.320 euros. Esa es la pena impuesta por la Audiencia Provincial de Cáceres a Andrés F. S., director en funciones de la residencia de mayores Buenos Aires de Valencia de Alcántara, que gestiona el Ayuntamiento. La condena es por acceder a documentos personales de una trabajadora, en el ordenador al que ella accedía con una clave, y por hacer funciones de enfermero cuando no tiene la titulación. La sentencia también señala que debe indemnizar con 3.000 euros a la trabajadora que tenía la clave del ordenador.
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La sentencia puede ser recurrida a la Sala de lo Civil y Penal del Tribual Superior de Justicia de Extremadura.
El condenado es auxiliar de enfermería, empleado público del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara, del que extraña que ejerciera de director-gerente de la residencia, en funciones, siendo representante sindical, liberado.
La sentencia considera probado que el acusado, el 11 de noviembre de 2018, accedió al ordenador que usaba una enfermera, valiéndose de la contraseña que previamente había obtenido con ayuda de un pendrive que introdujo en el equipo informático. Lo hizo, según la Audiencia, «con la finalidad de descubrir información privada general, y conocer datos personales sensibles que pudiera utilizar en perjuicio de la trabajadora».
En el juicio el abogado defensor del acusado indicó que el ordenador era del Ayuntamiento y no propiedad de la empleada. Ante esto la Audiencia recalca, que según una sentencia del Supremo, «para determinar si ha existido una injerencia en el derecho a la intimidad, lo importante no es la titularidad real del ordenador, sino quién es el usuario y si lo es con exclusividad (...) y se haya accedido a archivos de carácter privado».
Es condenado por cometer un delito de descubrimiento de secretos cometido por funcionario público, y también por un delito de intrusismo profesional, ya que siendo auxiliar de enfermería hizo funciones de enfermero, como: cargar pastilleros, hacer curas, administrar insulina a residentes sin medir antes los niveles de glucemia, o también administrando heparina. La Audiencia Provincial destaca que actuando de ese modo, puso «en grave riesgo» la salud de los usuarios de la residencia de mayores.
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El Colegio de Enfermería de Cáceres ejerció de acusación.
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