La alondra y la paloma de la estatua de Gabriel y Galán de Cáceres... han 'volado'

Pasaron los días y además de no dar con el autor del robo, resulta que ha desparecido otro de los pájaros. «La Universidad Popular tiene los moldes de los pájaros y pueden reponerse; pero cuesta dinero el volver a colocarlos», afirma Matías Simón, que señala que las cámaras que podrían captar a los ladrones están en la zona de la Cruz de los Caídos. Quizás por eso las dos aves robadas están en las esquinas más alejadas de la Cruz de los Caídos, son las que dan al centro del Parque de Cánovas. Las aves que han sido robadas son la representación de una alondra y la de una paloma.

Los robos de las estatuillas aladas son un clásico en Cáceres, se vienen sucediendo desde que se levantó el monumento al poeta en 1926. Las roban, se vuelven a poner y las vuelven a robar. La última vez que repusieron todas fue en el año 2017.

El famoso poeta murió en Guijo de Granadilla el 6 de enero de 1905 de una pulmonía, con 34 años. El Ayuntamiento de Cáceres quiso rendir homenaje a José María Gabriel y Galán, que había logrado gran éxito en vida, y decidió convocar un concurso para hacerle una estatua que se colocará en la entrada de la ciudad.

El entonces joven escultor de Hervás, Enrique Pérez Comendador (1900-1981) se presentó al concurso y lo ganó, con la figura del poeta sentado en unas peñas, concentrado en la contemplación de los campos extremeños, apoyando su mano derecha en un libro. Pérez Comendador ya citaba a las cuatro aves en la descripción de la estatua presentada al concurso: «En los ángulos cuatro pájaros. Ha de ser uno, la alondra, que tanto encantó el alma del poeta, y el búho, la perdiz y el mochuelo de ojos luminosos».

El monumento se inauguró el 6 de enero de 1926. El entonces alcalde Arturo Aranguren, unos días antes, en un bando, pidió a los cacereños que acudieran cuando se descubriera el monumento, a las tres y media de la tarde, para dar así la sensación, «que afortunadamente es una realidad, de ser un pueblo amante de la cultura».

La inauguración fue por todo lo alto, con banda de música y presencia de numerosas autoridades. Acudieron los tres hijos del poeta, pronunciando un discurso de agradecimiento el mayor, el abogado Jesús Gabriel y Galán. También hubo velada musical y literaria en la Diputación, interviniendo el poeta Luis Chamizo.

En el blog 'Cáceres al detalle' se ha hecho un estudio sobre la escultura de Gabriel y Galán y sus cuatro aves. Indica que el poeta citó 34 veces a la alondra, en poesías como la dedicada a la primavera: «Una alondra feliz del pardo suelo,/ fue la primera en presentir al día,/ y loca de alegría,/ al cielo azul enderezando el vuelo,/ contábaselo al campo, que aún dormía».

A la paloma la cita 26 veces, como en esta poesía dedicada a la Virgen de la Montaña: «Era un día de amarguras cuando yo subí la cuesta/ de la alegre montañuela que veía yo a mis pies/ desde aquella blanca ermita que asentaron en su cresta/ como nidos de palomas en pimpollo de ciprés./ Sube a la mística loma,/ que no hay mansión deleitable/ más llena de paz amable/ que el nido de una paloma».

La perdiz aparece nueve veces en los versos del poeta; tres veces cita a los búhos y dos a los mochuelos. El blog señala que según un reportaje de la revista Blanco y Negro, del 10 de febrero de 1926, en la escultura había un búho y un águila, pensando que una vez robadas se cambiaron.