82 de los 1.147 futuros soldados que han empezado a formarse en Cáceres son extremeños
Por cada joven que ha logrado aprobar, seis se han quedado fuera; tienen una media de 22 a 23 años, y solamente el 7% son mujeres
Hasta las dos de la tarde del lunes, tenían de plazo los 1.147 nuevos alumnos del segundo ciclo del año 2022 para incorporarse a ... las dependencias del Cefot número 1 de Cáceres. De ellos 82 son extremeños: 71 de la provincia de Badajoz y 10 de la de Cáceres.
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A lo largo de la mañana, poco a poco, iban llegando los futuros soldados cargados con sus maletas y abultadas bolsas. Para la gran mayoría pasar por debajo del arco de la entrada con las letras 'Todo por la patria', era pasar a un mundo desconocido. «Es una experiencia distinta, alejado de todo lo que conoces. La verdad es que al principio impresiona», reconocía Santiago Palacio Iglesias, de 23 años, llegado de La Coruña, que había podido ver algo de Cáceres antes de entrar en el acuartelamiento. «No conocía Cáceres, es bastante bonita. Yo estoy dispuesto a tener una experiencia buena. Me atrae la vida militar y también quiero independizarme de casa», afirmaba este joven que había logrado entrar en el Ejército la primera vez que lo intentaba. Algo raro, porque por cada uno que había entrado seis se habían quedado fuera.
Tres compañías
Los jóvenes, con una media de edad de 22 a 23 años, nada más entrar eran recibidos por militares sentados en tres mesas que le asignaban su compañía: La primera, la de Alonso de Mendoza, el conquistador nacido en Garrovillas de Alconétar; la segunda, la de Hernán Cortés, el gran conquistador natural de Medellín; la tercera, la de Martín Cerezo, el héroe de Baler nacido en Miajadas. Así se fueron repartiendo los 1.147 aspirantes a militares profesionales de tropa. Entre ellos estaban 104 mujeres, el 7% del total, un porcentaje algo inferior a otras veces. Las alumnas pertenecen a alguna de las tres compañías, pero se alojan en las dependencias de la compañía Inés Suárez, la conquistadora nacida en Plasencia. Una de las alumnas es la madrileña Patricia López Fernández, que había logrado entrar en el Ejército en su segundo intento. «Siempre he soñado con ser militar –afirmaba mientras esperaba órdenes en formación–. Me gusta el compañerismo, la disciplina del Ejército». Su destino una vez que se forme en Cáceres será la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) de Pontevedra.
Al poco de conocer su compañía los jóvenes ya notaban la disciplina, comenzando a recibir órdenes para formar en el patio a la espera de entrar en su compañía y conocer cuál sería su cama y su taquilla. Al que le hacía falta se le cortaba el pelo, aunque la gran mayoría ya venían rapados. Los futuros soldados están en pabellones, en dependencias adosadas, cada una con 4 camas en 2 literas y 4 taquillas.
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