Las terrazas de Los Alféreces de Badajoz sustituirán los cierres fijos por sombrillas que se recogerán

Esos parasoles irán anclados al suelo y podrán contar con paneles transparentes laterales que acotarán el espacio. El resultado es, por tanto, similar a las pérgolas que tenían autorizadas antes de la reforma.

La diferencia es que, una vez cerrado el establecimiento, tendrá la obligación de recoger la sombrilla. De esta manera, la ocupación de la vía pública quedará reducida al poste del parasol con los tejidos enrollados. Dentro podrán poner calefactores o estufas como las que ya se empiezan a ver en distintos puntos de la ciudad.

Los Alféreces cuenta con doce negocios de hostelería, cuyos propietarios se habían reunido con el concejal de Urbanismo, Carlos Urueña, en varias ocasiones hasta llegar a este acuerdo. Este incluye que los establecimientos deben elegir tonos similares en los tejidos para unificar el aspecto de la plaza.

Pueden tener los mismos veladores que antes de las obras que han eliminado los bordillos y priorizado a los peatones sobre el tráfico rodado.

Carlos Urueña explica que el ayuntamiento ha invertido mucho dinero y esfuerzo en reformar la plaza para convertirla en accesible para personas con movilidad reducida. Por este motivo, no veían posible que los restaurantes recuperaran los cierres y, con ellos, los obstáculos. «La ocupación del espacio no tiene sentido», indica Urueña. Este añade que la cantidad de árboles que tiene la plaza impide también la colocación de esas pérgolas.

Badajoz tiene una ordenanza de veladores con 25 años. Las limitaciones en interiores y la obligación de distancia entre mesas también en los exteriores derivadas de la covid hicieron al entonces alcalde firmar un decreto permitiendo a los establecimientos ocupar más espacio en las calles y colocar distintos tipos de sombrillas o cierres.

Ese permiso, indica Urueña, decayó con el fin de las restricciones y se volvió de nuevo a lo dispuesto en la ordenanza.

De todas formas, el Ayuntamiento lleva tiempo impidiendo estructuras en las plazas y avenidas principales de la ciudad. Así, no se ven en la plaza Alta, ni en la de España ni tampoco en San Francisco o el paseo del río. Ahora tampoco se verán en Los Alféreces. Las estructuras quedan reguladas en la normativa, pero también permite cierta flexibilidad al Ayuntamiento, que prefiere evitar cierres fijos en puntos turísticos, patrimoniales o donde invierte para ganar espacio para los peatones.

«Cada plaza es independiente, pero hay alternativas a las estructuras fijas, con soluciones como esas sombrillas, que funcionan y que se recogen cuando el establecimiento ha cerrado», zanja el concejal de Vías y Obras.