Quince años de cárcel por agredir a su hijastro, un menor de 13 años con discapacidad

Los hechos tuvieron lugar en el año 2021 y fueron descubiertos por los trabajadores del centro para menores con discapacidad en el que residía cuando no estaba con su familia.

La víctima, que tenía 13 años cuando ocurrieron los hechos, pasaba los días de diario en el centro y regresaba a casa los fines de semana, momento en el que era atendido por su madre y su padrastro.

Expuso el Ministerio Fiscal en el juicio que cuando el menor se encontraba en el domicilio familiar el procesado aprovechaba la confianza que tenía con el chico, la diferencia de edad que existía entre ambos y el escaso desarrollo intelectual del menor para agredirlo sexualmente.

Fue en el centro donde detectaron que podía haber sido objeto de una agresión sexual y decidieron denunciarlo. De ese modo se puso en marcha la investigación que desembocó en la apertura de juicio oral.

La vista se celebró en marzo y la Fiscalía pidió que al responsable de los hechos fuese condenado por un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años con acceso carnal, agravado por el escaso desarrollo intelectual de la víctima. A la hora de valorar ese delito pidió que fuese aplicada la agravante de abuso de autoridad.

Durante el juicio, el padre negó los hechos y su abogada argumentó que la agresión sexual que se estaba juzgando no se había producido en el domicilio familiar, sino en el propio centro.

Pero en la sentencia que ahora se ha dictado el tribunal da validez a la prueba preconstituida, consistente en la declaración que realizó el menor durante la fase de instrucción.

Los magistrados consideran que lo expuesto por la víctima en ese vídeo resulta creíble y consistente, al igual que el informe forense, que dio credibilidad al menor en su denuncia.

La Audiencia Provincial de Badajoz impone a la víctima 15 años de cárcel, una orden de alejamiento de 10 años y una medida de libertad vigilada de 10 años que deberá cumplir cuando salga de prisión. También tendrá que hacer frente a una responsabilidad civil de 30.000 euros, cantidad que fue solicitada por el Ministerio Fiscal y por Francisco Caldera, el letrado que representó a la Junta de Extremadura.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. Ahora, las acusaciones deben decidir si, dada la gravedad de la condena, piden la ejecución provisional de la medida de prisión.

La Audiencia también ha impuesto durante las últimas semanas dos años de cárcel a un joven de 22 años por agredir sexualmente a la hermana de una chica con la que mantenía una relación sentimental.

El condenado aprovechó la confianza que tenía con la hermanastra de su pareja para realizar tocamientos y besar a la niña, que tenía 8 años. Esos hechos los cometió cuando pernoctaba en el domicilio familiar de quien entonces era su pareja.

Se le imponen 2 años de cárcel, una orden de alejamiento de 4 años y una libertad vigilada de 7 años. Además, tendrá que indemnizar a la víctima con 3.500 euros.