Badajoz
El proceso de desalojo de los okupas del José Pache se alargará varios mesesLa Junta de Extremadura ha presentado una denuncia para echar a los que viven dentro del antiguo estadio de Badajoz, pero el proceso no es rápido
Una pareja de personas sin recursos se ha instalado a vivir esta semana en La Pajarera, el quiosco de bebidas que lleva abandonado desde 2015. ... El Ayuntamiento pacense ha denunciado la ocupación para desalojarlos. Este sin embargo no es el único edificio público que está ocupado en Badajoz. También hay en marcha un procedimiento legal para tratar de recuperar lo que queda del estadio José Pache.
Hace diez años que el José Pache quedó abandonado y es probable que las ruinas de este estadio de fútbol cumplan once años en pie. La Junta de Extremadura ha iniciado un proceso judicial para desalojar a lo okupas, pero el proceso podría alargarse al menos varios meses.
Las oficinas y el bar del antiguo estadio fueron ocupados ilegalmente poco después de que desapareciese el equipo Cerro de Reyes y las instalaciones quedasen vacías. Con el paso del tiempo la estructura se ha deteriorado y ya no se puede salvar. Ha habido varios intentos para demoler lo que queda en pie, pero algunas de las personas que viven en estas instalaciones se niegan a marcharse. Ante esto, y después de una década, la Junta de Extremadura ha iniciado un proceso judicial para desalojar a los okupas.
En concreto la Consejería de Infraestructuras, Transporte y Vivienda ha presentado una denuncia por ocupación ilegal de un edificio público en los juzgados de Badajoz. Con este paso se inicia un procedimiento legal. Según detalla el abogado Fernando Cumbres, el juicio podría celebrarse entre tres y seis meses después de la denuncia en función de la carga de trabajo que tengan los juzgados. Una vez completado este trámite, el juzgado debe proceder al lanzamiento, es decir, al desalojo. Lograr esta orden podría tardar otros dos o tres meses. Eso supone que, al menos, se alargará hasta finales de año.
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Una vez con la orden de desalojo, añade Cumbres, la autoridad judicial junto con agentes de la policía o la Guardia Civil podría obligar a los okupas a marcharse. Sería importante, indica este letrado, que este procedimiento fuese unido a la demolición de las estructuras, ya que, sino, podrían volver a okupar el antiguo estadio justo después de ser desalojados.
En el José Pache se dan las circunstancias para que se considere que los okupas están cometiendo un posible delito de usurpación, según recoge el artículo 245.2 del Código Penal. Este establece que es usurpación la ocupación de un bien que no sea morada, y con vocación de permanencia.
La ley
En concreto el Código Penal establece que, para que sea usurpación, «se ha de ocupar sin violencia o intimidación un inmueble, vivienda o edificio que no fuera morada, siempre y cuando se tuviera vocación de permanencia». En el José Pache han llegado a vivir hasta una veintena de personas, aunque la población va por temporadas. En el último intento la Junta logró que varias personas se marchasen al albergue de emergencia que tiene Cáritas en Bravo Murillo, pero otros se quedaron porque rechazan esta solución.
Además, según la ley, el responsable de la usurpación debe carecer de título jurídico que legitime la ocupación. En este caso es obvio porque la propiedad del edificio es de la Junta que no ha hecho contrato a los ocupantes. Por último la norma establece que «deben ser consciente de la ajenidad del bien y la ausencia de autorización del titular».
Aunque se cumplan las condiciones, el juzgado debe seguir sus plazos. Desde la Consejería de Infraestructuras destacan que están a la espera del lanzamiento judicial y que, hasta entonces, no habrá novedades.
En 2022 se llevó a cabo el primer intento de demolición de este antiguo estadio. La Junta de Extremadura, con la anterior administración, demolió la mayor parte del muro exterior, pero no pudo completar el derribo porque los okupas seguían viviendo en las estructuras interiores.
El Ayuntamiento de Badajoz ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de culminar esta obra. Los vecinos de la zona también han pedido el desalojo y la demolición denunciando ruidos e incidentes protagonizados por los okupas.
En diciembre del año pasado una de las personas que vivía en el estadio fue detenida por intento de homicidio. Presuntamente inició un fuego en el que dos personas resultaron heridas de gravedad. La Junta anunció que demolería el inmueble a la semana siguiente y llegó a eliminar la estructura de amianto, pero no pudieron terminar debido a los okupas que no se marchan.
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