El ornitorrinco sale del Bárbara de Braganza
La sede de Cajalmendralejo acoge hasta el 31 de diciembre una exposición con los fondos de Ciencias de los institutos Bárbara de Braganza y Zurbarán
El ornitorrinco y el marabú africano han salido de los armarios de madera de los institutos Bárbara de Braganza y Zurbarán. Hasta el 31 de ... diciembre se pueden ver especies disecadas de los dos animales en la exposición 'Tres reinos. Animal. Vegetal. Mineral' en la sede de Cajalmendralejo en el Paseo de San Francisco.
La muestra está organizada por el Museo de Ciencias y Tecnología de Badajoz, que ha buceado en los fondos de los institutos más antiguos de la ciudad para sacar a la luz piezas que demuestran que la ciudad dispone de medios para poner en marcha su propio espacio.
La cita ha reunido a Lorenzo Blanco, uno de los promotores del museo, al rector Pedro Fernández Salguero (dado que la Universidad es patrono de la fundación del museo) y al concejal de Cultura, José Antonio Casablanca. Junto a varias decenas de personas han realizado un recorrido por la exposición guiada por Jacinto Pedro Carrasco, profesor jubilado del instituto Bárbara de Braganza.
«La muestra es un paseo por las colecciones de historia natural del antiguo instituto provincial de Badajoz»
Jacinto Pedro Carrasco
Profesor jubilado del Bárbara de Braganza
«Es un paseo por las colecciones de historia natural del antiguo instituto provincial de Badajoz, del que somos herederos el Bárbara de Braganza y el Zurbarán», explica a HOY. Los dos centros han conservado piezas, documentos y objetos del gabinete de Historia Natural. «El cien por cien de los pacenses que hayan estudiado Secundaria y que tengan una cierta edad habrán estudiado en estos centros y recordarán algunas de estas piezas». La muestra tiene, de hecho, un componente sentimental.
Y no solo para los más mayores, dado que la Diputación organización en 2014 una muestra que se llamó 'Ciencia Viva' y en la que colaboraron estudiantes de estos centros. Se puede ver, por ejemplo, varano acuático que llegó a la ciudad hace décadas y llevaba años cogiendo polvo cuando se preparó para aquella exposición en las mismas condiciones que se puede ver ahora. «Entonces tenía un color cenizo -explicó Jacinto Pedro Carrasco durante la visita- por la cantidad que polvo acumulado y que nadie había retirado». Hoy se pueden apreciar, protegido tras un cristal, los distintos tonos de las escamas de este reptil con más de cien años.
Muchas de las piezas que pueden verse llegaron a ciudad a finales del siglo XIX. Algunas procedentes de Barcelona, otras tras pasar por casas de taxidermia francesas. Se puede ver un armadillo, un buitre leonado, lirones y un zorro volador que, con sus alas abiertas, tiene una envergadura de 80 centímetros. «Es como un Batman llega a Badajoz», broma Jacinto Pedro Carrasco. El ornitorrinco fue en su día un animal muy polémico porque mezcla caracteres de distintos grupos (tiene pelo semejante al de nutria y pico parecido al de un pato), por lo que estuvo rodeado de la posibilidad de que fuera un ser fantástico.
Hay una enorme tortuga sobre el suelo que pudo ser una de las dos que hacia 1910 donó Rubén Landa, sobrino de Carolina Coronado, como uno de los animales de su tía. Aunque no está especificado, explican en la muestra, que fuera este ejemplar y no el otro que se ha quedado en el centro.
A pesar de que la muestra es muy completa, con fondos de botánica y mineralogía, son solo una pequeña parte de lo que existe en los centros. Solamente entre el 10 y el 20%. Hay una parte de una mandíbula de ballena que mide tres metros y que llegó hace un siglo a la ciudad que no han trasladado en esta ocasión, como sí han hecho con un cráneo de delfín bajo el que han colocado un espejo que permite ver su interior.
La exposición ha sido bien acogida, explica Lorenzo Blanco, uno de sus promotores, tanto en visitas de escolares como en talleres organizados para alumnos de Primaria y Secundaria, y de los que ya hay bastantes sesiones reservadas.
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