Los operarios de Limpieza de Badajoz registran las basuras para identificar a los infractores
Los registros se han intensificado y se colocan pegatinas en los lugares donde los vecinos dejan las bolsas fuera del horario establecido
En Badajoz se puede tirar la basura de nueve a once de la noche. Ayer había dos bolsas de basura en una esquina de las calles Bravo Murillo con Benegas a las nueve de la mañana. Poco después fueron retiradas por un camión de la empresa FCC, concesionaria del servicio de limpieza. A las cinco de la tarde, de nuevo, había restos en la esquina junto con enseres y otros deshechos. Para luchar contra los infractores que dejan la basura en la calle a deshoras o en lugares prohibidos, Limpieza hace de detectives para tratar de sancionarlos.
El análisis de las basuras se ha realizado siempre para localizar a los infractores. Por ejemplo, es algo habitual cuando se localizan ripios en zonas no autorizadas. Tanto la Policía Local como el Seprona tratan de identificar la obra de la que proceden, ya que es ilegal tirar los escombros a un solar.
Hace dos años el concejal de Limpieza, Alejandro Velez, anunció que también se utilizaría como recurso habitual en las bolsas de basura. Durante los peores momentos de la pandemia se flexibilizó el horario para sacar los desechos, pero han vuelto las normas habituales y, con ellas, las inspecciones de bolsas. Cuando los operarios de Limpieza deciden examinar la bolsa dejada por los infractores, dejan una pegatina en la acera para avisar, una similar a la que coloca la Policía Local cuando retira un vehículo. «Su bolsa de residuos ha sido retirada y está siendo inspeccionada para su identificación y posible sanción (de 15 a 200 euros) por posible sanción de los artículos 45b y 45j de la Ordenanza Municipal de Limpieza», dice la pegatina.
La advertencia está firmada por la Concejalía de Limpieza, pero también por la Policía Local. Los primeros llevan a cabo la retirada e inspección y los segundos tramitan la denuncia en caso de tener datos sobre los propietarios de esos residuos urbanos.
La identificación se puede lograr con recibos, cartas o cualquier tipo de documento en general. También paquete o incluso recibos. No siempre es sencillo, pero el objetivo fundamental es desanimar a los infractores.
Estas campañas pueden suponer sanciones de 15 a 200 euros porque persiguen dos comportamientos catalogados como infracciones leves en la Ordenanza Municipal de Residuos Urbanos.
En concreto, el artículo 45 B, establece que es una sanción arrojar desperdicios en la vía pública, así como realizar las operaciones prohibidas. Es decir, cuando los ciudadanos dejan las basuras fuera de los contenedores, quebrantan esta norma.
En el Casco Antiguo, una de las zonas vigiladas por Limpieza porque hay muchos reincidentes, aún hay vecinos que tienen la costumbre de dejar sus basuras a la puerta de sus casas, o cerca, muchas veces en solares o viviendas abandonadas, en lugar de llevarla hasta los contenedores.
El segundo artículo por el que puede recibir una multa prohibe depositar los residuos fuera del horario establecido a vecinos y comunidades. El objetivo es evitar malos olores durante el día y no atraer bichos o ratas a la zona.
Los vecinos apoyan esta medida, al menos los que respetan la normativa. «Es triste tener que llegar a que te registren la basura, pero parece que hay gente que solo entiende una cosa, que le duela el bolsillo». Es la reflexión de Paco Murillo, residente en la zona centro y jubilado. A este pacense le molesta especialmente cuando los infractores «dejan la bolsa de basura al lado del contenedor, Solo tienes que levantar el brazo y lo dejas al lado. Aunque sea uno de estos nuevos subterráneos (soterrados) que abres la tapa y lo tiras. Ves bolsas llenas fuera y el contenedor vacío. La gente es incívica», se lamenta.
Dolores Vázquez también está a favor. «Mire, yo tengo un perro y 67 años y cuando se caga en la calle, me agacho y lo recojo. Si no lo hago, ¿me multan no? Pues me parece bien que se multe al guarro que deja la basura cuando le de la gana», añade esta vecina que no cree que los comportamientos de este tipo se produzcan por desconocimiento. «Hace mucho que se sabe a la hora que hay que sacar la basura. Es que no les da la gana. Es más cómodo cuando te acuerdas», bromea.