El fallecido había echado el brazo al cuello al autor de los disparos

Pero el letrado de la defensa entiende que lo que realmente hizo el fallecido fue darle una colleja en el cuello y echarle el brazo por encima en un movimiento que uno de los testigos protegidos interpretó como un intento de 'mataleón', nombre que se da a una llave que consiste en pasar el brazo por detrás del cuello del oponente y apretar para cortarle la respiración.

En esa escena sustenta González de Vallejo parte de su defensa. Afirma que su representado se sintió intimidado, que hubo amenazas muy graves hacia su familia y que sufrió un miedo insuperable y una obcecación que le llevaron a cometer el delito.

La tercera de las atenuantes, consistente en estar afectado por el consumo de bebidas alcohólicas, fue descartada por un policía nacional que esa noche estuvo en el bar tomando unas copas como cliente. Este agente dijo que la víctima siguió al procesado y le dijo cosas al oído en varias ocasiones. «Le habló en un tono amenazante y se metió con varios clientes. En la cara de José Miguel se veía preocupación y temor».

Los policías locales y los guardias civiles que detuvieron a José Miguel una hora después de los hechos también descartaron que estuviese afectado por el alcohol o las drogas. «Estaba normal», coincidieron.