Los drones y la lluvia hacen mirar al cielo de Badajoz en su Noche en Blanco
Las precipitaciones, aunque fueron menos intensas de los esperado, redujeron el público pero muchas de las actividades pudieron celebrarse
El cielo fue el protagonista en La Noche en Blanco de Badajoz. Los pacenses miraron arriba para ver la novedad del año, un espectáculo con ... drones, y también para vigilar la lluvia. Las precipitaciones no fueron tan intensas como se esperaba, pero ahuyentaron a parte del público.
Publicidad
La inauguración se salvó de la lluvia. A las nueve y media de la noche una multitud esperaba en el Puente de Palmas y el Paseo Fluvial. Muchos de ellos iban equipados con paraguas, pero aún no habían tenido que abrirlos.
Tras la coreografía de un grupo de baile bajo la Puerta de Palmas, los 120 drones contratados salieron desde el embarcadero de la Margen Derecha para dar su espectáculo. Los pacenses vibraron adivinando cómo se colocaban en formas, como un tiovivo o una montaña rusa. Los momentos más aplaudidos fueron la reproducción de la Puerta de Palmas y las palabras 'Noche en Blanco' y Badajoz.
Cuando los drones estaban retirándose al embarcadero, comenzaron a caer las primeras gotas. Durante 40 minutos la lluvia castigó a la capital pacense y desanimó a muchos de los vecinos. Otros, sin embargo, aguantaron bajo sus paraguas para hacer colas en museos y monumentos y aprovechar las actividades que se pudiesen salvar.
Publicidad
Noticias Relacionadas
Tras la tormenta más intensa, la noche quedó despejada casi por completo y casi todas las actividades programadas salieron adelante, eso sí, con mucha menos asistencia que en otras ediciones. Los conciertos fueron los más perjudicados, ya que muchos tuvieron que cancelarse o retrasarse. Fue el caso de la plaza de San Andrés donde se cancelaron los cuatro recitales previstos. Eso sí, el grupo musical 'Swing ton ni son' decidió actuar fuera del escenario, en el empedrado, un gesto que fue muy celebrado por los asistentes.
El Ayuntamiento, además, instaló carpas en algunas plazas para poder salvar las actividades. Fue el caso de la plaza López de Ayala, San Aton, San Francisco y Santa María. En la primera tuvieron mucho éxito los talleres de cómic, especialmente el dedicado a dibujar un superhéroe personalizado.
Publicidad
Una foto proyectada
Una de las actividades más novedosas y más demandadas fue el 'photocall'. Este año los participantes, además de llevarse una foto de recuerdo de La Noche en Blanco, pudieron ver su imagen proyectada sobre un lateral de la catedral. La foto, además, incluía efectos de luz y vídeo.
Otra novedad en esta cita cultural fue la participación de la Asociación de Recreadores Baluarte. Estos soldados del siglo XIX le devolvieron la vida a la Galería de Fusileros, en El Campillo. En el interior de este monumento, los asistentes, aprendieron como los soldados se turnaban para disparar hasta siete veces en un minuto a través de las aspilleras o cómo se castigaba en la Guerra de la Independencia a un militar insubordinado. En concreto un soldado que celebró la victoria española emborrachándose y que fue disciplinado a golpes de bayoneta. Las recreaciones también incluyeron la presencia de Lady Smith contando sus peripecias tras el saqueo inglés en la ciudad.
Publicidad
Otra iniciativa que gustó mucho fue el «jardín mágico» instalado en La Galera. Allí se colocaron los elementos que en otras ediciones han formado parte de los pasacalles, como las hadas gigantes, con efectos de luz y sonido. Fueron muy fotografiados.
Alrededor de la medianoche el protagonismo en la plaza Alta lo tuvieron Los Míticos Play Boys que pudieron dar su concierto con parte del público levantándose de las sillas para bailar. Cerraron con 'Para bailar la bamba', pero los asistentes pidieron bises. En esa misma plaza, dentro de las Casas Consistoriales, varios artistas crearon viñetas sobre la historia de Badajoz que incluyeron a Ibn Marwan, Menacho o Alfonso IX.
Publicidad
Pincha el cine al aire libre
El cine al aire libre organizado en la plaza de San José pinchó. Indiana Jones acusó la falta de público y la amenaza de lluvia y tuvo que recuperar el arca perdida ante sillas vacías. Sin embargo, en la plaza de Santa María los toldos instalados salvaron el mercado de arte y la antigua iglesia de Santa Catalina, ahora sala cultural, volvió a ser uno de los sitios más visitados. Llamó la atención la exposición 'Yo no lo sé', de Juana González, y los concierto, como el de Anam Camerata que reúne músicos profesionales afincados en Extremadura, En su recital, comenzando por el Barroco, realizaron un repaso de artistas clásicos.
Pasadas las dos y media de la mañana la actividad se mantenía en algunas plazas, gracias al respiro que dio la lluvia, mientras los edificios y museos iban cerrando para despedir una nueva edición de la fiesta en la que la cultura trasnocha.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión