El cierre nocturno de la Alcazaba de Badajoz busca evitar el botellón y las pintadas en fin de semana

La clausura de la Alcazaba de Badajoz en horario nocturno fue anunciada el pasado mes de febrero por el Concejal de Turismo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Badajoz, Jaime Mejías, quien indicó en ese momento que los viernes y los sábados el monumento cerraría desde las 23.00 horas hasta las 7.00 de la mañana.

El objetivo era atajar la celebración de botellones en el interior del recinto y evitar que en la oscuridad de la noche se realizaran pintadas en los lienzos de las murallas.

Mejías dijo entonces que serían colocados carteles en el recinto para advertir a transeúntes y conductores de la imposibilidad de entrar o salir del monumento durante esas horas. Adelantó igualmente que se iba a contratar personal de la bolsa municipal para que se encargase de cerrar los accesos al monumento estos dos días de la semana por ser las jornadas en las que se habían producido los ataques al monumento.

Esa medida daba respuesta a una reivindicación histórica planteada por los colectivos que defienden el patrimonio de la ciudad Badajoz. En octubre de 2020 el Ayuntamiento había reparado las puertas del recinto árabe, pero decidió retrasar el cierre durante unos meses.

Finalmente, la aparición de unas pintadas en la muralla en febrero de este año hicieron firme la decisión de cerrar el monumento durante las noches del viernes al sábado y del sábado al domingo por ser las que concentraban un mayor número de problemas.

De ese cierre informa un cartel situado en el vial de acceso a la Alcazaba en el que se indica el horario de clausura. Pero las personas que no pudieron sacar su vehículo tras la Procesión Magna del Viernes coinciden en que no se percataron de la existencia de ese cartel por lo que será necesario reforzar la cartelería para evitar que este tipo de situaciones vuelva a repetirse o habilitar un sistema que permita sacar los coches fuera de horario cuando existan razones de peso.

«Muchas de las personas que estábamos allí somos costaleros, llevábamos horas debajo de los pasos dando brillo a una fiesta que quiere ser de interés turístico internacional. No entendemos que se nos negara sacar el coche en un día tan importante para Badajoz», concluye Rosalía Saavedra.

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