El barrio pacense de San Fernando llora la muerte del abuelo Satur

El barrio pacense de San Fernando está de luto por la muerte de Saturnino Pereira, el abuelo Satur, como le conocían todos porque superada la barrera de los 90 años cada día repasaba los columpios del parque del V Centenario, en pleno Cardenal Cisneros, para que los niños pudieran disfrutar de los juegos sin ningún riesgo.

El abuelo Satur falleció el pasado 21 de abril y hasta las pasadas Navidades seguía con su rutina mañanera de pasar revista al parque mientras se tomaba el café, por si hacía falta apuntalar algún columpio, lijar cualquier astilla o enroscar un tornillo suelto.

Ya entonces lo hacía acompañado de algún familiar por los achaques, pero a sus 93 años seguía teniendo el mismo desvelo por el buen estado del parque que mantuvo desde que se mudó a Cardenal Cisneros. Esta dedicación lo convirtió en un vecino popular y querido por padres y, sobre todo, por los niños, tanto que todos se referían al parque como 'del abuelo Satur'.

Esto es lo que ahora su extensa familia quiere que se formalice. Satur, además de su viuda, ha dejado a cinco hijas, once nietos y doce biznietos que se han propuesto que el Ayuntamiento renombre el parque para que lleve su nombre.

«Es un recuerdo bonito y un homenaje merecido. Para nosotros, como familia, es muy importante, pero creo que también lo es para todos porque es un ejemplo de gente buena. No todo el mundo mira por el bien de los demás y él lo hizo, sin esperar ningún agradecimiento», recuerda Isabel Iglesias Pereira, una de sus nietas.

Y es que desde que se jubiló de la construcción, el abuelo Satur no soltó las herramientas ni un solo día, con su caja bajaba al parque a primera hora de la mañana. Lo hacía así porque sabía que si tenía que arreglar algo, no interferiría en el juego de ningún niño, y de esta manera, además, se aseguraba que cuando llegaran los muchachos a los columpios los encontrarían engrasados y listos para disfrutarlos.

Se sentía útil de esta forma y, a él, como repetía, no le costaba ningún trabajo darle un repaso a la zona de juegos. Su dedicación no buscaba ningún reconocimiento, pero su familia cree que lo merece y por eso, recabará apoyos entre sus vecinos para que en lugar de V Centenario, el Ayuntamiento lo renombre como el parque del abuelo Satur.

«El nombre que tiene tampoco es muy significativo, no estamos pidiendo que le quiten el nombre a algún personaje importante de la ciudad para ponérselo a mi abuelo», argumenta su nieta Isabel.

El nombre de V Centenario hace alusión a la conmemoración en 1992 de los 500 años del Descubrimiento de América, una efeméride que se recuerda en muchas ciudades con parques, calles o puentes. Sin obviar la trascendencia, el barrio de San Fernando y el de las 800, que fue donde Satur se crio, apoya que sea su vecino más popular quien dé nombre al parque que cuidó hasta que le dejó la salud.

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