El Ayuntamiento tapará con vinilos los escaparates vacíos del Casco Antiguo

El Ejecutivo regional incluyó en sus cuentas 654.000 euros para ello, que ingresará al Ayuntamiento como subvención nominativa para favorecer el desarrollo de las tiendas.

La calle Francisco Pizarro conserva el aspecto comercial con Dulce Locura o Espina Hobbies, mientras que la calle San Juan ha perdido el cariz que tuvo hace décadas y en la calle Virgen de la Soledad sobreviven clásicos como la mercería de Juan Pedro con otras que tratan de renovar la oferta, como María Engo, que representó a Extremadura en los Premios Nacionales de Moda en 2017.

Uno de los problemas es la cantidad de locales vacíos que hay. Solo la calle San Juan, por ejemplo, tiene trece establecimientos disponibles. La imagen de escaparates con los carteles colgados y las cancelas cerradas transmite una sensación de decadencia que ahora el Ayuntamiento quiere reducir optando por taparlos con vinilos decorativos.

El alcalde, Ignacio Gragera, presta atención al comercio desde que entró en el Ayuntamiento. Una de sus primeras concejalías, antes de ser regidor, fue el área de Comercio. Ahora destinará ese dinero de la Junta para dar un impulso al Casco Antiguo, cuyos comerciantes han aseverado muchas veces que se sienten abandonados.

Van a mejorar la iluminación, instalar macetas colgantes y colocar rótulos iluminados en las entradas de las calles, donde también pondrán tótems luminosos. Además, quieren pavimentar la calle Virgen de la Soledad y crear una nueva oficina de comercio para este área.

Según informa la Consejería de Economía, el Ayuntamiento es el encargado de licitar y adjudicar estas inversiones. Las mismas fuentes señalan que están trabajando en los trámites administrativos de estas actuaciones.

Este impulso coincide, por ejemplo, con los primeros pasos que han dado este verano para retirar los toldos de la calle San Juan, que están ajados tras 16 años instalados sin renovación. Se colocaron en 2008 como parte de las medidas que llegaron con la declaración del Casco Antiguo como centro comercial abierto. Con ello también llegaron la iluminación, un hilo musical, cámaras 'cuentapersonas' o papeleras especiales para mejorar la estética de la zona. Poco a poco todos los elementos han ido desapareciendo. También las banderolas que llevaban el nombre del barrio y que, igual que los rombos, se rajaron debido al viento y nunca fueron repuestas.

Ahora se trata de dar un nueva vuelta de tuerca, dado que las grandes cadenas optan por el centro comercial El Faro y Menacho sortea su ausencia con boutiques y firmas locales.

Emilio Vahí, presidente del centro comercial abierto del Casco Antiguo, reclama que se agilice la inversión anunciada por la Junta de Extremadura y que el Ayuntamiento aporte otra cantidad similar para que el impulso sea mayor. En julio, el Ayuntamiento aprobó una línea de subvenciones de 30.000 euros para que los tres centros comerciales abiertos (Casco Antiguo, Menacho y San Roque) organizaran actividades.

Vahí advierte que esa cantidad es muy baja y dibuja un futuro muy duro sin un apoyo más fuerte de las instituciones, debido en parte a que estas «han dejado irse las infraestructuras y no han hecho nada por actualizarlas con nuevas tecnologías». «Esto es como un enfermo. Si no le das medicina, se muere».

En la asociación calculan que hay más de cien locales cerrados en todas sus calles comerciales y extienden el problema del Casco Antiguo más allá del comercio. Edificios en ruinas y dificultades para atraer nuevos vecinos juegan en contra de la resurrección de las tiendas. Sin familias cerca es muy complicado que proliferen nuevos establecimientos.

Apunta además a otra puntilla, como ha sido la reducción de aparcamientos para extender las calles sin bordillos, y la nula promoción desde el parking municipal de Santa María para facilitar que los pacenses aparquen en este. Pero el Ayuntamiento ha prorrogado un acuerdo con la gestora de los estacionamientos de Menacho y San Atón para que los clientes de la zona puedan pagar una tarifa especial de 1,49 euros durante doce horas.