El Ayuntamiento de Badajoz no se plantea de momento levantar el veto al botellón

Estaba permitido en el entorno del ferial hasta 2020, cuando el Ayuntamiento lo prohibió en toda la ciudad con motivo de la pandemia. Continúa de la misma manera, aunque la Policía tuvo que disolver hasta tres botellones en la plaza de los Alféreces estas Navidades. En otoño tuvieron que desactivar otras reuniones en el parque Infantil. La Puerta de Palmas o las Vaguadas son otros escenarios donde se han reunido jóvenes en torno al alcohol en las últimas semanas.

La Ley de Convivencia y Ocio de Extremadura de 2003, que se vino a llamar popularmente antibotellón, dio la posibilidad a los ayuntamientos de limitar esta práctica a un espacio. Desde 2016, el gobierno local solo lo permitía en el recinto ferial de Caya. Hasta que la covid recomendó su interrupción.

La portavoz municipal, Gema Cortés, descartó ayer volver a autorizar esta práctica «por ahora».

Cortés relaciona los botellones de los Alféreces con las fiestas navideñas, cuando «todo el mundo sale a la calle». Y dijo que tanto el Ayuntamiento como la Policía Local tiene que «poder lidiar con lo que está sucediendo en la ciudad» en cuanto al consumo de alcohol. «Nosotros vamos a seguir con la prohibición en el espacio público», aseguró este martes. «Y no nos planteamos en este momento darle un uso específico, está prohibido». Solo suele levantar la mano en grandes citas como el Carnaval y los Palomos.

El objetivo del Ayuntamiento es que «no se produzca ninguno de estos botellones». Pero también admite que «muchas veces no sabes cuándo y dónde se va instalar un botellón de 5 ó 6 personas».

Los de Navidad y en los Alféreces no pudieron coger de sorpresa al Ayuntamiento, dado que ya se dieron en las navidades de 2022 y el Ayuntamiento advirtió que perseguiría esta práctica a inicios de la fiesta en 2023.

El resto del año han proliferado las reuniones pequeñas de jóvenes que escogen espacios alejados o escondidos.

Al estar prohibido, la Policía puede poner multas con la Ley antibotellón en la mano y estas pueden llegar hasta los 300 euros. En septiembre pasado fue uno de los argumentos que explicaron la estampida de jóvenes en el parque de las viudas (en el entorno de la Puerta de Palmas) cuando los agentes empezaron a sancionar. Los agentes ponen multas, por tanto, pero el Ayuntamiento no ha detallado cuántas ha puesto en el último año.

Estas concentraciones suelen generar quejas entre los vecinos de las zonas en las que se producen. Por el ruido y por la basura que se encuentran a la mañana siguiente. El Ayuntamiento llegó a colocar contenedores, pero aparecieron quemados y no los repusieron.

Los vecinos suelen llamar a la Policía Local y, cuando son concentraciones grandes, los agentes los desalojan.

Es raro, explican los vecinos, el fin de semana que no se ve a jóvenes en la zona del auditorio Ricardo Carapeto. Llegan a partir de las 21 horas los viernes y sábados. Habitualmente se alargan hasta la una de la madrugada.

Los defensores de esta práctica indican que tener un sitio autorizado, como cuando se permitía en el entorno de ferial, ayuda a sortear los problemas con los vecinos. Indican qu ese pueden instalar más papeleras y contenedores para echar la basura, o crear un dispositivo especial de limpieza a primera hora de la mañana siguiente. También, daba la posibilidad de destinar a algunos agentes de Policía Local a la zona para controlar el acceso de menores y, sobre todo, el consumo de alcohol por parte de estos.