Dos años de cárcel para el exedil de Badajoz García-Borruel por publicar una conversación sin permiso

El Juzgado de lo Penal 2 de Badajoz ha condenado a dos años de prisión al exconcejal Luis García-Borruel y a otras tres personas por grabar, publicar o compartir en una red social dos conversaciones telefónicas de la periodista de HOY Rocío Romero que fueron grabadas y difundidas sin su consentimiento.

El juez considera probado que Luis García-Borruel y José Antonio H. A. cometieron un delito de descubrimiento y revelación de secretos para el que se imponen sendas penas de dos años, mientras que Antonio G. B., que es sobrino del expolítico, y Roberto A. han sido encontrados culpables de dos delitos de revelación de secretos castigados con otros dos años y multa de 1.095 euros.

El primer hecho tuvo lugar el 5 de diciembre de 2016. Ese día José Antonio estaba con Antonio y Roberto cuando cogió el teléfono de Antonio para responder una llamada que hizo la periodista a Antonio para preguntarle sobre una información que iba a publicar. José Antonio descolgó y cuando Rocío le preguntó si era Antonio, «respondió que sí para, con ánimo de vulnerar su intimidad, seguir la conversación sin sacarla de su error, y contestando a las preguntas que no tenían ninguna relación con él».

Una vez finalizada la llamada, José Antonio devolvió el teléfono a Antonio, que le entregó la conversación a Roberto para que la publicara en Facebook. Roberto colgó la grabación «a sabiendas de que se había obtenido de forma ilícita», siendo compartida por José Antonio y Antonio en sus redes sociales.

Esos mensajes fueron publicados en el 'Club de debates urbanos de Badajoz', un grupo de Facebook en el que en esas fechas estaban muy activos varios perfiles anónimos en los que se publicaban mensajes que insultaban, denigraban o acusaban de conductas delictivas a políticos, empresarios, ciudadanos y también a periodistas.

La segunda grabación fue hecha el 7 de diciembre por Luis García-Borruel, que era concejal de Ciudadanos y estaba siendo investigado por su partido tras llevar al Ayuntamiento un mensaje referido a una supuesta irregularidad en la autorización de un puesto de churros que había sido difundida en ese grupo de Facebook.

El concejal mantuvo ese día una conversación con Rocío Romero en la que indicó que no iba a hablar de ese asunto, pero cuando la periodista colgó realizó de forma accidental otra llamada al político, que «pese a comprobar que no contestaba nadie –solo se escuchaba de fondo una conversación entre dos personas–, con ánimo de vulnerar la intimidad de Rocío se mantuvo a la escucha durante 1 minuto y 36 segundos».

Esa conversación en segundo plano, referida a la información que preparaba la periodista, quedó grabada en el teléfono del concejal, quien se la entregó a su sobrino, que a su vez se la dio a Roberto para subirla a Internet.

Roberto dijo en el juicio que Antonio le dio las grabaciones y que las colgó pensando que eran «entrevistas públicas». Por su parte, José Antonio afirmó que cuando respondió a Rocío creía que la llamada era para él. Antonio también negó los hechos y el exconcejal aseguró que alguien sacó la grabación de su móvil sin él saberlo. Sin embargo, el juez los condena a todos tras considerar que sus argumentos de defensa no tienen consistencia.

En esta misma sentencia se absuelve a José Antonio H., Roberto A. y Antonio G. B. del delito de acoso del que habían sido acusados por la periodista. El juez reconoce que publicaron numerosos mensajes críticos con su labor profesional, algunos de dudoso gusto, «denigrantes y vejatorios», pero no aprecia «reiteración ni repetición» ni tampoco que le causaran graves consecuencias en su vida diaria, por lo que los absuelve de este hecho en una sentencia que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial.