El Censyra subastará 50 verracos duroc antes de que acabe el mes

Las subastas de cerdos duroc, básicamente machos, del Centro Selección y Reproducción Animal (Censyra) se recuperaron en enero de 2019 tras una década sin celebrarse. Desde entonces, han sido cuatro las pujas abiertas a ganaderos (con 187 cochinos en venta, todos adjudicados) y antes de que acabe el mes de junio se celebrará una quinta, con medio centenar de verracos en liza. Esta previsto para principios de mayo pero la situación sanitaria de la pandemia y el estado de alarma aconsejaron posponerla.

«Sigue existiendo un interés evidente por comprar cerdos duroc del Censyra, todos incluidos dentro del Libro Genealógico y a un precio razonable. El Censyra seguirá trabajando por ofrecer a los ganaderos de porcino extremeños el acceso a esta línea, que favorece el cumplimiento de la norma de calidad del ibérico a muchos productores», señala su director, Andrés Domingo Montes. Antes de que acabe junio, confirma a este periódico, de nuevo las instalaciones del centro acogerá una subasta de cincuenta ejemplares machos de entre ocho y diez meses de vida. Lo habitual es que para quedarse con algún ejemplar haya que pagar de media entre 800 y 900 euros.

«Son precios razonables, ajustados al bolsillo de ganaderos y muy alejados de los que, en determinados momentos, han presentado las empresas privadas de reproducción y selección de esta raza porque los precios por un duroc se dispararon al ser necesario tener los papeles de estar inscritos en el Libro Genealógico», explica Antonio Prieto, de Asici.

El centro público de selección y reproducción animal está en la finca pacense de Santa Engracia, que ocupa 250 hectáreas. Fue creado por el Gobierno en 1931. Desde la década de 1980 pertenece a la Junta.

Trabaja con material genético de diferentes especies animales desde los años setenta con el objetivo de conservación y mejora de las razas.

Actualmente, según datos ofrecidos por Andrés Domingo, cuenta con 40 hembras reproductoras duroc y el resto, hasta llegar a los 250 animales, son machos de esta raza porcina.

«Las hembras normalmente no salen a subasta. Se quedan aquí para su labor reproductora. Los machos, en cambio, salen todos porque la mayor necesidad que tienen los ganaderos es disponer de verracos. Nuestra intención es poder celebrar al menos tres subastas cada año mientras la situación lo requiera», explica el director del centro.