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CACERES

La leyenda del fantasma de la mora sobrevive

La Casa Museo Yussuf Al Burch resiste como un singular foco árabe fuera de los circuitos turísticos establecidos en la ciudad

MARÍA FERNÁNDEZ

Jueves, 22 de noviembre 2007, 03:42

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DICEN que una mujer mora tapada de arriba a abajo se acerca al pasillo de la Casa Museo árabe Yussuf Al Burch, se sitúa justamente frente al Harén, la habitación más íntima y alejada de las construcciones árabes, y transmite su presencia a algunos visitantes. También cuentan que el espíritu de esta mujer está en la casa a la que pertenece, donde se encontraba el hombre al que ella amaba y donde su corazón la ha obligado a regresar.

La leyenda se conoce casi desde que la Casa Museo árabe Yusuf Al Burch abrió sus puertas al público, en el año 1976, gracias a la labor de rehabilitación del inmueble de José de la Torre Gentil durante doce años, a partir de una casa abandonada, y todavía perdura en la calle, en el boca a boca y en los testimonios de los afectados. «No existen las casualidades», asegura el propietario e hijo del fundador, Ángel de la Torre. Todo el mundo le pregunta por el fantasma que alberga su museo, sabe que se ha convertido en un foco de atención y lo secunda: «Hay veces que da miedo porque han pasado muchas cosas inexplicables, presencias, pisadas... y yo he sentido», explica, «esa presión en el hombro que mi padre relataba».

Los medios de comunicación han pisado en varias ocasiones la Casa árabe armados con micrófonos y cámaras de televisión, desde donde han pretendido grabar algo que demuestre la existencia paranormal, después de que una medium mexicana advirtió esta presencia 'espiritual'. Pero en realidad, todo comenzó en los inicios de los doce años de restauración de la casa. Su padre, un enamorado de la Historia y la Arqueología, comenzó a estudiar árabe en la Facultad de Derecho de Cáceres. Allí conoció al iraquí Kais Bakir Camal Al-Deen, su profesor, quien le ayudaría a nombrar cada habitación de la casa que por entonces estaba restaurando y que justo antes de la inauguración oficial, con 40 años, fue el protagonista de un incidente trágico al fallecer ahogado . «Fue por entonces cuando mi padre comenzó a presentir un espíritu», señala.

Fortaleza árabe

Desde entonces hasta ahora, la Casa-Museo se ha convertido en un foco árabe que resiste a pesar de no estar incluido en ninguno de los circuitos turísticos de la ciudad cacereña, no sólo alimentado por la leyenda, sino también por haberse convertido en una 'embajada' árabe, donde han acudido representaciones de más de treinta países de todo el mundo. «Me alegro haber llegado hasta aquí», reza una de las dedicatorias enmarcadas en una de las paredes de la Sala del Té.

De la Torre hace de perfecto anfitrión, señalando cada pieza, cada rincón del Museo que fundó su padre, explicando el significado de cada objeto y las diferentes habitaciones: la sala de recibimiento, con té y dátiles; la sala de armas; el patio y la sala de danza; el harén; la alcoba, que era la habitación más elevada; la bodega; el aljibe, con una profundidad de cuatro metros; y la cocina, que ocupa un lugar reducido del inmueble. «Intenta reproducir con la mayor fidelidad las casas árabes. Cáceres se conoce sobre todo por el Casco Antiguo, y nos olvidamos de que los árabes estuvieron asentados en la ciudad 500 años», señala el anfitrión.

A la pregunta de si el Museo está más reconocido en el exterior que dentro de Cáceres, De la Torre no duda al contestar: «Sí, claro. Del boca a boca me han mandado gente del País Vasco, por ejemplo». «Y en una ocasión vino una expedición de Arabia Saudí, interesada en tomar imágenes para incluir la Casa-Museo en una página web», apunta su esposa. «Hay gente que sale realmente asustada de aquí, pero yo continuaré rehabilitando el inmueble como sigo haciendo desde que mi padre falleció, aunque algunos días», concluye, «me cueste volver a entrar». MÁS INFORMACIÓN I C/ Cuesta del Marqués, 4. 927 180 646

Entrada: 1,5 euros.

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