Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Plato de albóndigas de pescado, receta judía de Casa Luis, en Hervás. :: E.R.
Unas albóndigas muy judías

Unas albóndigas muy judías

El centro de Hervás está lleno de restaurantes que ofertan cocina extremeña y hebrea

J. R. ALONSO DE LA TORRE

Sábado, 28 de febrero 2015, 09:35

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las calles de Extremadura se llenan de cocinas ajenas, de cantinas mejicanas, hamburgueserías americanas, restaurantes chinos, bares de sushi japonés y kebabs turcos, pero casi nada de comida árabe, casi nada de comida judía. Sin embargo, he ahí uno de nuestros atractivos diferenciales, una de nuestras señas de identidad histórica, esa cocina de las tres culturas, que tanto tirón ejerce en otras regiones (recuerdo colas insufribles en Vejer de la Frontera para comer al estilo magrebí pagando precios de caviar ruso). Aquí, sin embargo, los platos de nuestros antepasados no se sirven y si se sirven, se esconde su origen porque nuestros dulces con miel y nuestros guisos de menudos de cordero no son otra cosa que herencia judeo-musulmana.

Buscando la cocina de la cultura judía, nos hemos trasladado a la localidad extremeña que mejor ha asumido esa raíz y juega a fondo la baza de lo hebraico. Nos hemos venido a Hervás, donde el otro día les hablábamos de las pastas judías que la hebrea Abigaíl hace para toda la Península. Hoy toca comer y lo haremos en el restaurante que más apuesta por la cocina judía. Se trata de Casa Luis, un local situado, como casi todos los de la hostelería de Hervás, entre la iglesia y la plaza principal.

En este dédalo de callejuelas, abren los restaurantes favoritos de los turistas. Según las webs, y por este orden, son: A fuego lento, Nardi, Sésamo, La parrilla, El almirez, La judería, El 60, Tapería del convento, Casa Luis, La Vaca Brava... Hervás es un pueblo turístico cuyo atractivo llega hasta Asturias, donde veranean al contrario que en Extremadura. Allí, en lugar de buscar el fresco en agosto, buscan lo que ellos llaman secarse y escogen pueblos tranquilos, de mucho sol y calor moderado, situados a lo largo de la Ruta de la Plata: Mansilla de las Mulas, Sahagún, Candelario... Lo más al sur que llegan es a Hervás.

Nos encontramos con Tino y Eva, dos asturianos de Lugones, que pasan los carnavales en Hervás. Les ha sorprendido la abundante oferta de restaurantes. «Son muy 'guapos' y están bien puestos en general», opinan. La relación calidad precio les parece razonable, aunque creen que faltan menús del día económicos de calidad, algo a lo que están habituados en Asturias. Han comido, siguiendo las recomendaciones de las webs para viajeros, en A fuego lento. En su carta, llaman la atención unas croquetas de morcilla caseras con queso de cabra caramelizado (9.50) y un lomo de bacalao con crema de boletus (16). Lo demás es lo que espera cualquier viajero con buen diente que llega a Extremadura: migas (7.50), zorongollo (7) y cordero, retinto y cochinillo en sus múltiples posibilidades.

Tino y Eva han tomado un bodegón de quesos extremeños (11), otro de ibéricos (13), unas chuletillas de cordero (11.50) y un solomillo de ternera extremeña a la parrilla (21). De postre, han compartido un brownie de chocolate negro con nueces, base de chocolate caliente y bola de helado, todo casero (4.80). Dicen que hacía tiempo que no comían tan bien y se despiden camino del bungalow donde piensan dormir una larga siesta.

Antes de encontrarnos con la pareja asturiana, hemos comido en Casa Luis. Veníamos a tiro fijo, a sabiendas de que su cocina es la más judía de Hervás. Además de unos judiones con chorizo (8.50) fuera de carta, había la oferta imprescindible de quesos y embutidos, caldereta de cabrito (16.50), rabo de toro estofado (16), lomo de ciervo (13), solomillo de ibérico relleno con queso de cabra (11.50) y cuatro platos de ascendencia hebrea: ternera con castañas o con miel (10.50), sopado (ternera en salsa picante y dulce) (11.50) y albóndigas con salsa de azafrán y limón (10). En los postres, la ascendencia judía aparece en los dulces de castaña y de higos (3.70) y en los bizcochos, frío de nueces y de chocolate (4.50). No es una oferta apoteósica, pero tiene su gracia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios