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El policía nacional Manuel Pinilla, a las puertas de la clínica Urgencias Mérida.: BRÍGIDO
Menos médicos para los mutualistas extremeños

Menos médicos para los mutualistas extremeños

El nuevo concierto que regula las prestaciones de las aseguradoras ha reducido la oferta sanitaria en la región y esto afecta a los más de 44.000 mutualistas

Ana B. Hernández

Domingo, 15 de febrero 2015, 00:29

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Aquí ya no tenemos urgencias más allá de las diez de la noche, hay que ir al hospital; y para conseguir una cita con el especialista podemos esperar hasta tres meses».

Manuel Pinilla es policía nacional en Mérida. Recibe asistencia sanitaria a través de Muface (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado), que es el organismo encargado de la gestión del régimen especial de la Seguridad Social de los funcionarios civiles del Estado. De la misma forma que Isfas (Instituto Social de las Fuerzas Armadas) se ocupa de proporcionar esa asistencia a militares y guardias civiles, y Mugeju (Mutualidad General Judicial) hace lo mismo con los funcionarios de justicia.

La financiación de la seguridad social de los funcionarios, de la asistencia que prestan las tres mutualidades, igual que ocurre con la que reciben el resto de ciudadanos a través del régimen general de la Seguridad Social, corre por parte del Estado y de los propios mutualistas.

«Desde 2010 venimos detectando que estas aportaciones, la que lleva a cabo Hacienda, se iban reduciendo, y que esto iba a generar un problema que ahora ha explotado, porque el número de funcionarios se ha ido reduciendo, puesto que cada vez hay menos oposiciones, y, sin embargo, su edad ha ido avanzando y, por ello, también sus necesidades sanitarias», explica Eliseo Moreno, secretario nacional de Acción Sindical de CSI-F, y miembro del Consejo General de Muface.

«Nosotros avisamos de esta situación, pero nadie hizo nada por resolverla y ha explotado el 1 de enero de 2015 en el conjunto del país», añade. Asegura que es ahora, y mucho, cuando se han notado los recortes en la financiación. Según sus datos, desde 2010 los servicios de Muface e Isfas han visto mermados sus presupuestos en 120 millones de euros.

«Es un problema que afecta a toda España pero, según un estudio que hemos realizado nosotros, para concretar la situación, donde más se han notado los recortes es en Madrid y después en la comunidad de Extremadura». Según ese estudio, que se muestra en el gráfico que ilustra esta información, en esta región se han reducido de forma notable las prestaciones que las diferentes compañías aseguradoras las entidades privadas que realizan el concierto con Muface venían ofertando en la región. Tanto en número de centros hospitalarios como en cuadros médicos. Y en las dos provincias.

Un responsable en la región de una de las compañías que participan en el concierto de 2015 (que prefiere no dar su nombre) explica que lo que han hecho las aseguradoras de salud es ajustar sus prestaciones a la oferta económica de Muface. Asisa, Adeslas, DKV e Igualatorio Médico Quirúrgico de Cantabria son las cuatro compañías privadas que mantienen este año su concierto con Muface. Por tanto, las encargadas de ofrecer asistencia sanitaria a los mutualistas que, no obstante, también tienen cada enero la opción de optar por la Seguridad Social, por los centros y médicos que trabajan en la sanidad pública extremeña.

Sin embargo, a pesar de los recortes en la oferta sanitaria, este año apenas ha habido movimientos. «Se mantiene la proporción del 80% de los funcionarios en Muface y el 20% en el Sistema Nacional de Salud (SNS); no ha habido cambios, aunque es probable que muchos funcionarios no se hayan informado», aclara el responsable nacional de Acción Sindical de CSI-F. «Porque el concierto de 2015 establece un recorte en la oferta», reitera.

«El problema es que la subida de las primas, de lo que pagan Estado y mutualistas, no va pareja a la subida del gasto sanitario y, por ello, las aseguradoras ajustan su oferta», señala el responsable regional de una de ellas.

«Los cuadros médicos se han reducido mucho en Cáceres, desde luego. Si antes tenías para elegir a tres traumatólogos, ahora ya no», afirma Mercedes Barrado, profesora en la capital cacereña y, por tanto, representante de uno de los gremios más afectados, junto con policías nacionales y funcionarios de prisiones. «De la misma forma, hay especialistas que no operan en la ciudad, y por ello nos tenemos que desplazar hasta Badajoz».

El gasto de los funcionarios

No obstante, esto no supone que las compañías aseguradoras tengan menos especialistas, sino que no todos forman parte de su oferta para los mutualistas. Es decir, en algunos casos o en función de las especialidades de su demanda y del coste de sus tratamientos tienen cuadros médicos diferentes para clientes privados o para mutualistas, puesto que los primeros pagan primas bastante más altas. «Por regla general aquellos que tienen seguros privados hacen poco uso de él, casi no hacen gasto, de hecho; y, sin embargo, los funcionarios tienen la costumbre de ir mucho al médico, de pedir muchas pruebas, de acudir a muchos especialistas y de coger más bajas, por lo que el gasto que realizan no se compensa económicamente con lo que pagan», expone el responsable de una aseguradora. De ahí, por ello, que no todas las compañías privadas estén interesadas en el concierto de Muface.

«Estos recortes están suponiendo cambios para nosotros, claro, porque de repente ya no aparece en el cuadro de la compañía el cardiólogo al que siempre has acudido, por ejemplo; puedes tener el mismo número de especialistas, en algunos casos, pero son nombres diferentes», afirma Mercedes Barrado.

«Yo en Mérida he tenido que pedir cita para mi hijo para el traumatólogo y me la han dado para dentro de tres meses; antes de los recortes teníamos tres traumatólogos y ahora nos hemos quedado con uno, por lo que lógicamente el tiempo de espera para la cita tiene que aumentar», argumenta el policía Manuel Pinilla. «Lo mismo nos ocurre con los cardiólogos, que antes teníamos tres y ahora hay solo uno en el cuadro médico».

Su situación es la misma que afecta a los 44.700 mutualistas que hay en Extremadura: 16.986 en Cáceres (dato actualizado en 2015) y 27.714 en Badajoz (dato de 2014). Del total, unos 25.000 aproximadamente son titulares y el resto beneficiarios, según Benito Román, secretario general de CSI-F en Extremadura.

Muface garantiza el servicio

Su compañero Eliseo Moreno asegura que todos ellos están afectados por los recortes producidos en el estudio que el sindicato ha hecho público. «De esta forma los mutualistas extremeños tendrán este 2015 más complicada su asistencia sanitaria». Si bien es cierto que en la región, las entidades privadas en concierto con Muface cumplen lo acordado, y por tanto todos los mutualistas tienen garantizada la asistencia sanitaria en todo momento. No solo a través de especialistas en consulta privada, sino también las urgencias médicas en todos los casos, puesto que si las clínicas ofertadas por la aseguradora cierran a una hora concreta las urgencias, los mutualistas siempre tiene la opción de los centros públicos. «Si yo necesito atención en Mérida después de las diez de la noche o me voy a una clínica de Badajoz o, como se trata de una urgencia, al hospital de Mérida y después la aseguradora abona la factura al SES», zanja el policía Manuel Pinilla.

El Concierto de Muface para 2015 (publicado en el BOE de 20 de diciembre y accesible a través de www.muface.es) impone a estas entidades la obligación de poner a disposición del colectivo todos los medios asistenciales precisos y mantiene los mismos requisitos de accesibilidad de conciertos anteriores. «Además prevé los instrumentos necesarios para que la asistencia sanitaria que se proporciona a los mutualistas sea integral y de calidad en los medios privados de su elección, sin que pueda existir desprotección de sus mutualistas o falta de atención por causa de enfermedad sea cual fuere ésta», añade en el comunicado.

Por lo tanto, los mutualistas de Muface y sus beneficiarios reitera la entidad tienen completamente garantizadas, al menos, las mismas coberturas que el resto del Sistema Nacional de Salud y con todas sus especialidades (oncología, psiquiatría, cardiología, cirugía, etcétera) bien a través de los servicios públicos de salud, o bien a través de las entidades de seguro concertadas, pudiendo en este caso elegir libremente cualquiera de los facultativos o centros sanitarios que figuran en los catálogos de su entidad de elección.

La mutualidad aclara que con la entrada en vigor del concierto para 2015, y como ha venido sucediendo en años anteriores, se han producido cambios (altas y bajas) en los medios y recursos sanitarios ofertados por las entidades concertadas y, por tanto, proporcionándose en algunos casos la prestación de asistencia sanitaria a través de otros recursos distintos de los ofertados en conciertos anteriores.

«Estos cambios no han supuesto ninguna disminución de coberturas, sino una sustitución de algunos prestadores privados de servicios sanitarios. A este respecto toda la información sobre los medios y recursos sanitarios disponibles en cada entidad se encuentra recogida en sus respectivos catálogos provinciales, y puede consultarse, bien en la web o a través de los servicios provinciales de Muface o en la entidad de adscripción, elegida en el mes de enero».

No obstante, también matiza que, con el fin de ofrecer la mejor asistencia disponible a los mutualistas y beneficiarios, el concierto garantiza la continuidad del tratamiento a los pacientes que ya lo hubieran comenzando a recibir en aquellos recursos sanitarios que dejan de estar concertados, cuando el mutualista desee seguir siendo atendido por estos recursos, en lugar de por los nuevos que se ofertan.

Este principio se llama continuidad asistencial y garantiza dicho tratamiento, con cargo a la entidad de adscripción del mutualista, durante 6 meses en caso de enfermedades graves y de hasta un año (que es el periodo de duración del concierto 2015) para el caso de enfermos oncológicos y psiquiátricos.

CSI-F mantiene que la realidad es distinta a la dibujada por Muface, porque más allá de las altas y bajas de especialistas, las compañías han reducido su oferta en algunas especialidades y servicios en Extremadura, como es el caso de entre otros el Hospital San Antonio de Don Benito, la especialidad de Oncología Radioterapia en Badajoz, Psiquiatría en Plasencia o traslados hospitalarios en Navalmoral de la Mata. Al igual que esta región, los recortes afectan al conjunto del país y, por eso, mantiene la citada central sindical, ha iniciado una campaña reivindicativa, dentro de la cual, y entre otras iniciativas, planteará dos peticiones al Defensor del Pueblo: un plan de viabilidad de las mutualidades y que se recupere la oferta hospitalaria que se ha perdido.

Isfas y Mugeju

«Vamos a trabajar y continuar con la campaña hasta que logremos estos objetivos, porque la oferta se tiene que recuperar pero, además, se tienen que poner las bases precisas para evitar que estos recortes vuelvan a producirse». Eliseo Moreno asegura que no parece razonable que se pretenda con estos recortes traspasar a los funcionarios a la Seguridad Social. «Muface cuesta menos que la Seguridad Social, por lo que no parece que tenga sentido ese trasvase; de hecho, cuesta entre un 35 y un 45% menos, algo que sobrepasa lo que consideramos que sería correcto, que es entre un 20 y un 25%». Recuerda que fue al final del franquismo cuando se consideró oportuno crear una mutualidad para los funcionarios, que hasta entonces se tenían que pagar la asistencia sanitaria, y que hoy siguen siendo mayoría los que se decantan por Muface antes que por la Seguridad Social. A pesar de los recortes. Porque tienen un amplio abanico de especialistas y hospitales a los que todavía recurrir, repartidos por todo el territorio nacional.

Una situación similar es la que tienen los beneficiarios de Isfas, donde también militares y guardias civiles están notando los recortes en la oferta sanitaria de las compañías aseguradoras que forman parte del concierto. Al igual que en el caso de Muface, las aportaciones del Ministerio de Hacienda se han venido reduciendo o, cuando menos, no han ido a la par del aumento experimentado por el gasto sanitario. Son los mutualistas de Mugeju los que hasta el momento no han notado recorte alguno y que continúan con las mismas prestaciones. Su financiación corre a cargo de Justicia.

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