«Papá ya no podrá dedicaros más goles»

Con una hoja arrancada de libreta y un lápiz que robó del estuche de su hija, Jesús Perera redactó su despedida. A continuación transcribimos parte de ella: «La gente que me conoce sabe que soy una persona muy discreta, que no soy partidario de este tipo de actos. Siempre he dicho que el futbolista, donde tiene que hablar, es en el campo. Pero yo, por desgracia, ya no podré hacerlo más. (...) Cuando uno es joven piensa que esto no le va a llegar nunca. Pues ya les digo a los jóvenes que este momento llega, y hasta entonces hay que aprovecharlo. Mis rodillas me han dicho basta, ya no pueden más. O paro o me podría quedar cojo. Esto, junto a una serie de problemas familiares (...) me hacen imposible el seguir jugando.

Me siento un privilegiado por la oportunidad que la vida me ha dado, y sobre todo por poder vivir de deporte que he amado mucho. Que me ha dado la oportunidad de jugar y marcar en estadios míticos que yo veía por la tele; de visitar ciudades increíbles (...); y sobre todo de conocer otras personas que formarán parte de mis recuerdos y de mi vida.

Quiero dar las gracias a todos los clubes en los que he jugado, y a todas las personas que han estado conmigo en el día a día. Pero hay una serie de personas a las que me gustaría nombrar porque fueron importantes en mis inicios, como el señor Paco Herrera (que me ayudó muchísimo), Javi Pereira, Ignacio Torrescusa y la famosa generación del ochenta de Badajoz. Y, por último, y que para mí son los más importantes, gracias a mis padres y a mis hermanos. Es imposible que yo hubiera podido cumplir mis sueños sin ellos. Nunca podré agradecerle todo el sacrificio que hicieron para que yo pudiera ser futbolista. Tengo que decirles a mis hijos que papá ya no podrá dedicarles más goles, pero que, a cambio, les dedicaré el resto de mi vida. Y ojalá que algún día puedan sentirse orgullosos de lo que su papá hizo.