El policía acusado de mentir pide disculpas al conductor al que denunció

El agente acudió ayer al juzgado arropado por varios compañeros y aprovechó su derecho a la última palabra para disculparse de un hecho para el que el fiscal pide un año de prisión y su inhabilitación profesional por ese mismo período. «Yo creí ver inequívocamente al señor al que diez días antes le había dado el alto», explicó el policía.

«Yo estaba cruzando la avenida Carolina Coronado cuando vi que el coche se quedó parado justo encima del paso de peatones. Reconocí al conductor y al vehículo, que es de alta gama, y cuando llegué a mi domicilio apunté la fecha, la hora y la matrícula (...). En ese momento estaba seguro al cien por cien», prosiguió el agente.

Ese presunto quebrantamiento lo comunicó primero al juzgado de instrucción número 4 de Badajoz, luego lo ratificó en el juzgado de instrucción número 2, y también quedó reflejado en el atestado policial que realizó en la comisaría.

En circunstancias normales, el conductor habría sido encontrado culpable de un delito que se castiga con una multa importante. Pero en este caso no ocurrió así porque el supuesto infractor comunicó al juzgado dos hechos que consideraba relevantes para su defensa.

El primero hacía referencia al vehículo que supuestamente conducía el 10 de noviembre, un Jaguar que ese día estaba inmovilizado en el depósito municipal de vehículos. Ayer, dos agentes de la Policía Local ratificaron que el coche estuvo precintado entre el 2 de noviembre de 2012 y el 16 de enero de 2013.

El conductor también defiende que el día 10 de noviembre no pudo ser visto en Badajoz porque viajó a Segovia. Para demostrarlo, habló de los pagos realizados con su tarjeta ese día para alquilar un coche que condujo un amigo, para repostar gasolina y para tomar algo en un restaurante. «Menos mal que hay pruebas, porque si no me habría metido en un lío de mil demonios», dijo.

Tanto él como el policía aseguraron no conocerse con anterioridad a otra intervención policial en la que ambos se vieron implicados el 26 de octubre de 2012, sólo quince días antes del supuesto quebrantamiento de condena. En aquella ocasión eran las tres de la madrugada cuando el agente, que circulaba en un coche patrulla, decidió dar el alto a un coche Jaguar X-Type conducido por el mismo hombre que luego fue acusado de quebrantar la retirada de carné. «Detectamos que el conductor presentaba síntomas inequívocos de haber consumido alcohol y requerimos a la Policía Local para que le realizaran la prueba». El automovilista fue llevado a la Inspección de la Policía Local pero una vez allí se negó a soplar, por lo que fue acusado de un delito contra la seguridad vial.

El policía dijo ayer que cuando fue al juzgado a ratificar esa primera denuncia contó que unos días después «había visto o creía haber visto a esa misma persona conducir». Esa nueva acusación la mantuvo hasta que la jueza de instrucción número 3 de Badajoz lo llamó para decirle que el Jaguar X-Type estaba en el depósito el día en el que creyó verlo circular. «En ese momento me di cuenta de que lo que yo había dicho era incompatible con la realidad, entonces reconocí mi error», dijo el agente.

Tras la vista de ayer, el representante del Ministerio Fiscal insistió en su acusación, aunque rebajó la petición de pena a un año de prisión e inhabilitación por entender que el procedimiento se ha prolongado de forma excesiva.

«Faltó sustancialmente a la verdad tanto con el coche como con la matrícula como con la persona. Y en diciembre de 2012 vuelve a ratificarlo, lo mismo que hace en el atestado policial a pesar de que es materialmente imposible que viera el coche porque consta que estaba precintado. Pudiera ser un error si no fuera porque se trata de un agente de la policía que tiene conocimientos procesales y sabe que siempre debe actuar con la máxima prudencia. Se le advirtió de las consecuencias de faltar a la verdad, pero lo ratificó sin ninguna duda. Vista esa triple identificación, no concurre la posibilidad de error o despiste», concluyó el fiscal.

«Si mi defendido hubiese tenido ese día la mala suerte de estar en Badajoz y el coche hubiese estado fuera del depósito, habría sido condenado», insistió el abogado de la acusación, Antonio Pessini, antes de anunciar que se iba a pedir de tres años de prisión, 12 meses de multa y 12 años de inhabilitación.

La abogada de la defensa rechazó las acusaciones y pidió la absolución porque el agente no actuó «de forma maliciosa ni tuvo conciencia de alterar la verdad». También dijo que su defendido no puede ser condenado por falso testimonio porque ese hecho solo puede cometerse si se falta a la verdad en un juicio oral.