Plasencia iguala a hombres y mujeres

Del dicho al hecho. Del papel a la realidad. El Gobierno local elabora la primera ordenanza de Extremadura para igualar a hombres y a mujeres. Una norma vinculante que ya está perfilada en un borrador que ha pasado el examen de los servicios jurídicos municipales. Resta el filtro político.

La artífice de la iniciativa es la edil de Mujer, Raquel Puertas. Ayer aseguró que el borrador de la ordenanza ya está en poder de los grupos políticos para que la estudien y se pronuncien. Con el objetivo de mejorar lo que sea susceptible y lograr la aprobación por el pleno. Después se enviará al Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y entrará en vigor 15 días después de su publicación.

Son los trámites previstos para pasar del dicho al hecho en materia de igualdad de género. «El objetivo es cumplir la Constitución española y la Ley de Oportunidades y hacer que lo que se dice en ambas normas se cumpla, porque de lo contrario nunca alcanzaremos la igualdad».

Raquel Puertas argumentó ayer con estas palabras una iniciativa que afectará al funcionamiento municipal y también a todas las empresas, asociaciones e instituciones que trabajen con la Administración local. La nueva ordenanza establece que las listas de los grupos políticos que concurran a las elecciones municipales deben recoger una representación de hombres y mujeres del 60 y 40% indistintamente. Esta representación, con la ordenanza en vigor, deberá trasladarse también a todas las comisiones informativas, órganos y consejos municipales donde hoy no se cumple el criterio de igualdad de género.

Contrataciones

Pero la norma que prepara la Oficina de Igualdad del Ayuntamiento va más allá del funcionamiento municipal. Porque afecta a todas las entidades que trabajen con o para la institución. De tal modo que, con la ordenanza en vigor, aquellas asociaciones que soliciten subvenciones tendrán que recoger en sus proyectos la perspectiva de género. «Y las empresas que opten a los concursos de obras municipales tendrán que tener también igualdad en hombres y mujeres en los porcentajes que establece la ley», aclara Raquel Puertas.

La Oficina de Igualdad que ya funciona en el zaguán municipal, con una socióloga y una trabajadora social al frente, hará las funciones de observatorio y órgano vigilante. «Se ocupará de que la ordenanza se cumpla, de que los órganos municipales y las empresas que trabajen para el Ayuntamiento la cumplan, de que concejales y concejalas tengan el mismo sueldo, así como los trabajadores que realizan la misma función», manifiesta la edil de Mujer. Reitera que la norma será vinculante, de obligado cumplimiento y que quien no se atenga a lo estipulado en la ordenanza puede ser denunciado.

Antes de ello, la Oficina de Igualdad se ocupará también de asesorar al propio Ayuntamiento y a las asociaciones, entidades y empresas que así lo soliciten para adaptarse a la igualdad que defiende el Gobierno local. «Para que hombres y mujeres tengan de verdad las mismas oportunidades en el Ayuntamiento y en las empresas que trabajan para él».

Como lo tienen en la brigada municipal de obras, según la edil de Mujer. Integrada por peones de ambos géneros ejecutan a diario tareas similares. Es el caso, por ejemplo, de Agustina, Luis Miguel, María Ángeles y Miguel Ángel. Cuatro operarios de la cuadrilla que estos días se ocupa de construir el acerado en la calle Federico García Lorca.

Juntos transportan el cemento, hacen la masa y colocan las losetas. «Porque es un trabajo que podemos desempeñar por igual hombres y mujeres», garantizan Agustina y Luis Miguel. Compañeros de faena en una cuadrilla en la que reina el buen ambiente. «Una cuadrilla con la que demostramos que hombres y mujeres podemos trabajar juntos y realizar un trabajo similar», asegura María Ángeles. Aun así, de los nueve integrantes de la cuadrilla, seis son hombres y sólo tres son mujeres.

Tiene 50 años y lleva tres trabajando en la brigada de obras. Es uno de los peones de la cuadrilla que estos días coloca el acerado en la calle Federico García Lorca. Ángeles asegura que le gusta su trabajo, que lo hace igual que cualquiera de sus compañeros y compañeras con los que comparte trabajo y buen ambiente.

A sus 34 años lleva casi seis en la brigada municipal de obras. Ha trabajado con hombres y mujeres, con ambos géneros comparte faena en la actualidad en el polígono de La Data y asegura que no hay diferencias a la hora de trabajar. «No hacemos distinciones, trabajamos todos como compañeros que somos», afirma.