Los equipos docentes de Trastorno de Conducta se trasladan al colegio Pastor Sito

El Equipo Específico de Atención al Alumnado con Trastornos Graves de Conducta y el Equipo que atiende a los estudiantes con Trastornos de Desarrollo se han trasladado hace apenas unas semanas al colegio público Leopoldo Pastor Sito. Hasta este momento estos profesionales, que se encargan de realizar las pruebas de diagnóstico a los escolares de la provincia pacense y llevar a cabo tanto la intervención así como el seguimiento de cada caso, tenían su sede ubicada en el colegio San Pedro de Alcántara. La falta de espacio en este centro ha obligado a la Consejería de Educación y Cultura a buscar un nuevo espacio para situar estos servicios. «Aquí había clases libres porque tras la riada y la despoblación que sufrió el barrio se quedaron vacías varias aulas. El claustro de profesores apoyó la propuesta de acoger al Equipo de Trastornos Graves de Conducta y al de Trastornos Graves de Desarrollo», explica Herminia Alonso Díaz, directora del colegio Leopoldo Pastor Sito.

Según destaca Javier Morales Jurado, jefe de estudios de este centro educativo, esta nueva situación también favorece al colegio. «Además de contar con instalaciones recién reparadas y tener estos servicios a mano, el colegio podrá abrirse y darse a conocer», señala.

Para trasladar estos grupos de trabajo la Concejalía de Colegios del Ayuntamiento de Badajoz ha tenido que habilitar y acondicionar tres aulas. «El diagnóstico y la detección precoz de esos problemas es fundamental para que se pueda orientar el proceso educativo de los menores cuanto antes. Recibir una atención temprana es esencial para que puedan superar las alteraciones que sufren con mayor facilidad», apunta María José Solana, responsable del área municipal de Colegios.

Son los tutores de los alumnos (de educación infantil, primaria, secundaria o educación especial) que presentan comportamientos extraños los que demandan la actuación de estos equipos. Tras consultar al orientador, los profesionales pertenecientes a los grupos específicos de trastornos graves de conducta y de desarrollo identifican el problema y actúan para tratar de dar la respuesta educativa adecuada que necesitan estos escolares.

«Se propone a los docentes una metodología específica de enseñanza, una estrategia o incluso la interacción con las familias. Trabajamos en coordinación con los profesores de estos alumnos», sostienen las profesionales que componen estos equipos. El objetivo es promover la inclusión de estos estudiantes en el centro ordinario en el que están matriculados. Incluso se desplazan a sus colegios para analizar su evolución.

Estos equipos tienen censados 40 chicos con trastornos graves de conducta y 240 con problemas del desarrollo.