Un gusano obliga a poner en cuarentena 45.000 hectáreas

Lo temían más de dos expertos en la materia. Y ayer se confirmó: el bursaphelenchus xylophilus, el organismo más dañino que existe para los pinares, ha reaparecido en Europa, donde hasta ahora solo se han confirmado cuatro casos. Y lo peor: lo ha vuelto a hacer en Extremadura, que suma dos positivos por esta plaga originada por un gusano que mide un milímetro y medio pero que es capaz de llevarse por delante una inmensa cantidad de pinos.

El segundo positivo por nematodo o gusano del pino, como es más conocido el bursaphelenchus, lo confirmó ayer por la tarde la Junta de Extremadura. El árbol infectado está en el monte público Toriña, en el término municipal de Valverde del Fresno, a sólo 580 metros de la frontera portuguesa y a 45 kilómetros de la sierra de Dios Padre, en Villanueva de la Sierra. Esta ubicación no es casual, ya que todo el territorio de Portugal continental más la isla de Madeira están declarados como zona infectada, y la sierra de Dios Padre es el lugar en el que se produjo el tercer caso en Europa, primero en Extremadura.

Fue en diciembre del año 2008, y la confirmación de que había un árbol infectado obligó a trazar una circunferencia de seguridad de veinte kilómetros de radio a partir del ejemplar enfermo, (45.000 hectáreas), y a cortar 225.000 pinos. Además, la Unión Europea ordenó que el corte masivo se hiciera en solo dos meses, lo que generó cierta alarma entre quienes tenían fincas en ese perímetro de seguridad, que ahora habrá que volver a trazar, esta vez en Valverde del Fresno. Dada la ubicación del árbol infectado, esto implicará una actuación conjunta entre Extremadura y Portugal.

De hecho, el gobierno autonómico ya anunció ayer que el plan de acción que está diseñando de forma coordinada con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y con la Unión Europea incluirá un perímetro de seguridad de la misma extensión que en 2008. Además, esa zona se mantendrá en cuarentena durante al menos cuatro años. Que esté vigente implicará, fundamentalmente, una serie de restricciones al comercio de madera. La principal de ellas es que ni entrará ni saldrá de la zona de seguridad un listón de madera que no haya sido sometido antes a un tratamiento térmico que mata al gusano y para el que es necesario una maquinaria específica, de la que no disponen todas las empresas madereras.

La tarea de vigilar que esto se cumpla implicará a la Guardia Civil, que aumentará los controles sobre los camiones cargados de madera que se mueven por la zona. Ya sucedió hace tres años en Villanueva de la Sierra, donde el Seprona redobló la vigilancia. Ahora lo volverá a hacer, más cerca aún de la frontera lusa. Todas estas medidas ya las conocen los alcaldes de la zona, con los que ayer se reunió Jesús Barrios, director general de Agricultura y Ganadería. Además, los técnicos de la Junta han tomado muestras en 150 árboles situado dentro del nuevo foco.