Ciudadano Kane en Cáceres y Evita Peroné
SERGIO LORENZO
Sábado, 31 de diciembre 2011, 01:26
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En su libro sobre la restauración de monumentos extremeños en el franquismo, presentado el 15 de diciembre, la profesora de la Universidad de Extremadura Pilar Mogollón Cano-Cortés, cuenta como el magnate norteamericano William Randolph Hearst (1863-1951) compró el techo de la librería del conventual de San Benito de Alcántara, intentando llevarse a Estados Unidos, piedra a piedra, gran parte del monumento; sobre todo las bóvedas y las torretas con los escudos de Carlos V, que forman parte del escenario, cada verano, del Festival de Teatro de Alcántara.
Orson Welles ridiculizó al multimillonario con su película Ciudadano Kane (1941), desnudando al temible personaje mientras intenta saber qué significaba 'Rosebud', la última palabra que dijo antes de morir, cayendo de su mano una bola de cristal con nieve que rueda por el suelo.
En la película se muestra la compulsiva afición de Hearts por poseer viejas obras de arte para su complejo palaciego en San Simeón, California, formado por tres palacetes y un gran castillo, rodeado de un zoológico. Casi al final del filme, cuando se está haciendo el inventario de los bienes del difunto, alguien dice: «En el hall hay un templo birmano y tres techos españoles».
El historiador y arquitecto José Miguel Merino de Cáceres ha investigado la obsesión de Hearst por Alcántara, con los continuos envíos de cartas y telegramas al arquitecto americano establecido en Madrid desde 1915, Arthur Byne, que era a quien tenía encargado buscarle tesoros en España. Según José Miguel Merino el multimillonario llegó a tener 98 artesonados españoles de los siglos XIV al XVI. El de la librería de Alcántara salió de España el 28 de junio de 1930, «cubría el piso superior de la gran sala situada detrás de la hospedería, con unas dimensiones de 15,60 x 6,30 metros». En los años 40 Hearst se arruinó y tuvo que poner en venta sus tesoros. El techo de Alcántara se vendió el 15 de mayo de 1941 por 500 dólares (él había pagado 6.000), ignorándose ahora dónde puede estar instalado.
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De vivir ahora el mayor coleccionista de obras de arte de Estados Unidos, podría conseguir en Cáceres numerosas esculturas y cuadros por muy poco dinero. Sólo tendría que acudir a la exposición colectiva Arte x Reyes, inaugurada el pasado viernes en la sala Belleartes, en donde se encuentran obras a muy buen precio, desde 10 euros. La Sala destaca que con estos precios de crisis, se pueden regalar en Reyes, obras de un nutrido grupo de artistas plásticos.
También podría adquirir para su zoo una escultura del cacereño Víctor Campón, que acaba de instalar en un safari park de Portugal un grupo escultórico de ocho metros de alto: una jirafa que está comiendo hojas de acacia, con la peculiaridad de que reproduce fielmente el esqueleto del animal, pieza por pieza.
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Al multimillonario le gustaban las vedettes. Estuvo enamorado de Marión Davies (1897-1961), gastándose una fortuna en intentar que fuera una estrella del cine (en 'Ciudadano Kane' cambia el celuloide por la ópera). De haber estado ayer por la noche en el café Parrápolis, también se podía haber enamorado de Evita Peroné, la exsupervedette de LaBotika que anoche volvió a subirse a un escenario con sus antiguos compañeros. Evita Peroné (Eva Huebra) lleva diez años viviendo en París. Está retirada del espectáculo. Casada con un francés, tiene una hija de 5 años y dirige un restaurante. Ella regresa casi todas las Navidades a su ciudad, en donde ve con asombro que cada vez hay más belenes en estas fechas, y en los lugares más insospechados. Cáceres hasta tiene una Asociación de Belenistas, presidida por Jesús Brazales, que acaba de premiar un original belén instalado en la cuarta planta del Hospital San Pedro de Alcántara.
Por cierto, en Ciudadano Kane se llega a la conclusión de que 'Rosebud' es el nombre del trineo que tuvo Hearst de niño; pero según se desvela en la película RKO 281. La batalla por Ciudadano Kane, 'Rosebud' era el nombre con el que el multimillonario llamaba a cierta parte íntima de su amante, 34 años más joven que él. ...Parece que su amor por las antigüedades no llegaba a su alcoba.
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