La venta de pisos registra el nivel más bajo desde que comenzó la crisis

Si alguien quiere vender su casa, no es un buen momento. El mercado inmobiliario está prácticamente paralizado. Desde que comenzó la crisis económica no se habían registrado cifras tan bajas en la venta de pisos, según revelan los datos publicados por el Ministerio de Vivienda. En el primer trimestre del año solo 363 han encontrado comprador en Badajoz, la mitad que en la misma época de 2008 cuando comenzó la crisis.

«No vendemos nada desde hace un montón», se lamenta Martín Cabrera, de la inmobiliaria Conquistadores. Como él muchos de sus compañeros de profesión admiten que dar salida a las viviendas es un reto cada vez más complicado en todos los barrios de Badajoz. La crisis económica, el desempleo y los bancos, que apenas ofrecen financiación, son las causas que han hundido su negocio desde hace más de dos años, pero en 2011 ha aparecido un nuevo culpable. El Gobierno ha eliminado la deducción fiscal por compra de vivienda para las rentas de más de 24.000 euros y muchos posibles compradores se han echado atrás.

Según el Ministerio de Vivienda, con respecto al trimestre anterior la venta de pisos ha caído un 29% en la ciudad y comparándolo con la misma época de 2010, el descenso ha sido del 45%. Todo un desplome que los profesionales del sector achacan a las nuevas condiciones fiscales.

«Es indignante. Han quitado las ayudas y no puede sorprenderles que no se venda. El peor momento para eliminarlo es en plena crisis y ha ocurrido lo mismo que con los coches, que se ha hundido la venta», explica Cabrera.

Las cifras son muy explicativas. En el último trimestre de 2010 se vendieron en Badajoz 507 casas. Fue un importante repunte tras un año muy malo por una sencilla razón, los pacenses decidieron acelerar la compra de sus viviendas para poder desgravar antes de que cambiase la ley. «Desde julio y hasta diciembre notamos una mejoría porque la gente quería adelantarse y por eso ahora el desastre ha sido aún peor», explica Luis Medrano, de la inmobiliaria Marpisa.

Medrano aclara que es cierto que la desgravación se mantiene para las rentas bajas, pero matiza que esto solo beneficia a los compradores de pisos de bajo coste que en la mayoría de los casos son viviendas protegidas. Su negocio, que principalmente oferta casas de tipo medio o alto, se ve muy afectado por la medida.

En el lado contrario está Carlos Barbero, de Urvicasa, que vende vivienda protegida. Admite que han notado una leve bajada en el primer mes y medio del año, pero luego la situación se ha normalizado. De hecho, cree que más que la reducción de la deducción fiscal, el problema ha sido el miedo de los compradores. «Había unas expectativas de que 2011 sería el caos y la gente se asustó. Había una sensación general de pánico».

Hasta el 70% de rebaja

A pesar de todo, desde las inmobiliarias destacan que es un buen momento para comprar, incluso inmejorable debido a la caída en picado de los precios. «Es el más beneficioso que ha habido en 10 años. Hay pisos que pueden comprarse hasta con un 70% de descuento», añade Manuel Cabrera, de la inmobiliaria Viprés que matiza que, a pesar de las ofertas, es el momento más bajo que recuerdan en cuanto a ventas.

Manuel Cabrera añade que las rebajas, además, se dan en todos los barrios de Badajoz. «Hay algunas casas que, por su tipología, han sufrido más o menos las bajadas, pero es generalizado. Han bajado los precios en todas partes».

El problema, sin embargo, es que, aunque un cliente se anime, en muchos casos no consigue que le aprueben la hipoteca. Los bancos y cajas continúan sin ofrecer financiación y esto corta las esperanzas del sector inmobiliario de que la situación mejore en el futuro. «La banca está cerrada totalmente. A veces viene el cliente, se interesa, pero no vuelve porque no consigue financiación», asegura el responsable de Marpisa.

En este punto, Martín Cabrera asegura que hay cierta competencia desigual entre las entidades financieras y las inmobiliarias. «La situación ya es mala y además los bancos venden pisos y para esos si que dan hipotecas y en mejores condiciones para poder venderlos. Esto es una jungla», concluye.