«El daño ambiental en el incendio de Las Hurdes va a ser muy grande»
En la zona afectada por las llamas hay pinares, matorral y madroñales
J. M. M.
Martes, 12 de julio 2022, 20:40
Otro gran incendio en Las Hurdes. Hasta el momento, 2.500 hectáreas arrasadas por unas llamas que avanzan desde el pasado lunes. «Es muy pronto ... para hacer una valoración de daños», asegura Fernando Pulido, investigador de la Universidad de Extremadura (UEx).
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La vegetación de la zona afectada por el fuego está compuesta, de manera general, por pinares, matorrales y madroñales. «Puede haber otras especies, pero hasta que no pasen unos días desde que se extinga el incendio no podremos saber si están entre las quemadas», detalla Pulido, que también informa que en la comarca de Las Hurdes nidifican aves protegidas como las cigüeñas negras o buitres.
El investigador de la UEx Fernando Pulido defiende la necesidad de una política forestal que evite los fuegos en Las Hurdes
Pese a que todavía haya que esperar para saber las consecuencias que sobre la flora y la fauna tendrá el incendio, es evidente que «el daño ambiental va a ser muy grande», afirma Pulido, que se lamenta de que se sigan produciendo incendios de este tipo en Las Hurdes.
Por otro lado, la flora que se quema, aunque sea de poco valor, reduce el control sobre la erosión, lo que termina dañando el suelo.
En opinión de este investigador de la UEx, la culpa de que continúen produciéndose incendios en Las Hurdes es de la política forestal que se desarrolla en la zona. «Dentro de tres años puede que visualmente todo vuelva a estar verde, pero si dejamos que la vegetación crezca como hasta ahora, volveremos a tener un gran incendio», expone Pulido.
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Por ello, defiende la necesidad, como desde la UEx han planteado a la Administración, de planificar el paisaje. «Es necesario un mosaico de formaciones; eso es lo que evita los incendios», aporta el investigador.
Construir paisaje
Es decir, construir un paisaje con cuatro o cinco tipologías diferentes: zonas de pasto, castañares, robledales, matorrales y brezales, además de los pinares. «Una combinación que haga que sea discontinuo y no favorezca la propagación de las llamas», remarca Pulido.
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Así, en los suelos profundos se podrían situar los castaños y los robles; los menos profundos se reservarían para el matorral y el brezo que se podría aprovechar para la producción de miel, y las zonas de pasto serían utilizadas por el ganado, como las cabras.
En este sentido ha ido la propuesta de recuperación de la zona tras otros grandes incendios. «Suponemos que empezarán a hacerlo tras este nuevo fuego», concluye Pulido.
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