La Torre reabrirá como hotel tras más de 25 años como club de alterne en Plasencia

Lo hará de mano del empresario Tomás Flores del Manzano, muy vinculado al sector hotelero y hostelero en el norte cacereño, donde ha sido responsable de Los Arenales del Jerte y el Cañada Real de Malpartida, entre otros. «Ahora no llevo ninguno de estos negocios y por eso he apostado por asumir uno nuevo y vinculado al sector que conozco», explica el empresario.

Es el motivo por el que se ha decidido a alquilar el edificio que hasta 2020 y tras más de 25 años fue el club de alterne La Torre. Las restricciones a las que obligó la pandemia determinaron su cierre y la vuelta a la normalidad no ha supuesto, sin embargo, su reapertura en unos tiempos en los que el consumo de prostitución se ha desplazado en buena medida de los clubes a los pisos particulares.

Por eso el inmueble retornará a sus orígenes, cuando fue abierto en Plasencia como hotel Fuentidueñas. «Para eso se construyó el edificio», recuerda Tomás Flores del Manzano, y ahora volverá a serlo. Con este fin, detalla el empresario, «estamos llevando a cabo los trabajos de remodelación precisos, pintando y amueblando de nuevo para poder abrir el inmueble como un hotel».

De hecho, el objetivo es hacerlo «a finales del próximo mes de marzo con una treintena de habitaciones», en el arranque de la época dorada para el turismo placentino impulsada por la fiesta del cerezo en flor y la Semana Santa y ahora también por el tirón de la vía verde, una vez los 70 kilómetros del camino natural entre Plasencia y Navalmoral de Béjar han entrado en servicio.

Aunque en el caso del nuevo hotel con el que contará la ciudad, que se llamará Puerta de Plasencia, adelanta Flores del Manzano, «aún no hemos concretado, estamos en ello, la categoría qué tendrá», cuántas estrellas o si será un hotel rural. «Pero sí tenemos la intención de que sea más adelante un hotel con spa», declara también el empresario, para quien la ubicación en la entrada sur a Plasencia, en la N-630, es uno de los atractivos del hotel.

«Me parece que su ubicación es muy interesante, que es muy buena en una ciudad que, además, necesita nuevas plazas hoteleras», resume Tomás Flores del Manzano.

Lo cierto es que el último nuevo hotel que abrió sus puertas en Plasencia, el Palacio Carvajal Girón, lo hizo en el año 2012, aunque después ha vuelto a reabrir el del K-4, tras permanecer unos meses cerrado. Por eso el incremento de las plazas de alojamiento en la ciudad ha venido motivada casi en exclusiva por los apartamentos turísticos, cuya demanda ha crecido tras la pandemia. En estos momentos la ciudad suma 40 apartamentos turísticos, con 74 unidades de alojamiento y 269 plazas.