Viernes, 12 de noviembre 2021, 20:52
Extremadura atesora impresionantes bosques en los que caminar por senderos tapizados de hojarasca y deleitarse con las tonalidades del otoño. En la provincia de Cáceres existen infinidad de rutas para adentrarse en masas forestales trufadas de robles, castaños, alcornoques o quejigos. Parajes que ofrecen un espectáculo natural inmejorable para desconectar en esta evocadora estación.
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Magia en el Ambroz
Uno de los enclaves extremeños más recomendables para disfrutar del otoño es sin duda el Valle del Ambroz. En la comarca encontramos numerosas rutas para disfrutar de la cara más espectacular de esta época del año. Uno de los senderos más concurridos es la vía verde que une Aldeanueva del Camino con Béjar, con la antigua estación de tren de Hervás como punto de inicio y llegada. La antigua vía férrea, perfectamente acondicionada, es transitada por multitud de ciclistas y caminantes en cualquier época del año. Si preferimos senderos menos concurridos, podemos optar por la ruta circular que bordea Hervás. Conviene consultar el programa del Otoño Mágico, repleto de actividades hasta diciembre en distintos pueblos de la comarca.
Cerezos cobrizos del Valle del Jerte
El Valle del Jerte recibe su mayor número de visitantes durante la floración de su millón y medio de cerezos. Sin embargo, una escapada otoñal a la comarca cacereña es un plan a la altura del espectacular manto blanco que la primavera despliega en la comarca. Durante estos meses las hojas de los frutales ofrecen una impresionante transición de tonalidades que van del amarillo al rojo. Además de cerezos, a orillas del río Jerte se puede descansar entre álamos, y en las zonas más altas es posible disfrutar entre bosques de robles y castaños. El recorrido hasta Los Pilones atravesando la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos nunca defrauda. Todo un deleite para los sentidos que puede acompañarse por los manjares gastronómicos de temporada y las actividades culturales organizadas con motivo de la Otoñada del Valle del Jerte.
Ruta del Pontón en La Vera
En La Vera una de las opciones más interesantes es la Ruta del Pontón. Su impresionante sendero recorre paralelo a la Garganta Vadillo la distancia que une Losar de la Vera con el Puente de Cuartos. La ruta se inicia en la oficina de turismo tomando la EX-203 dirección este durante 600 metros hasta tomar un camino pavimentado. En este punto encontramos señalizado además de esta ruta el Camino GR-111 (blanco - rojo). Los ocres, rojos y tonos anaranjados decoran en en otoño una senda muy recomendable en cualquier época del año.
Calzada romana en la Sierra de Gata
También hallaremos increíbles paisajes otoñales en la Sierra de Gata. Una de las opciones más atractivas es la ruta que parte desde la plaza mayor de San Martín de Trevejo tomando la calzada romana hasta «los abuelos» (PR-CC 184). Son castaños milenarios con unos grandes troncos que destacan por encima del resto, auténticos iconos serragatinos. El caminante puede recorrer uno de los castañares más grandes de Europa que se extiende desde la ladera de subida al Puerto de Santa Clara.
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Árboles singulares en las Villuercas
Son incontables los atractivos que ofrece la comarca Villuercas-Ibores-Jara. Además de poder admirar los singulares relieves y lugares de interés del geoparque, no faltan los bosques en los que disfrutar recogiendo setas o castañas. Famoso es el sendero que lleva a los Castaños de la Calabaza y la Chorrera del mismo nombre, en Castañar de Ibor. Los Castaños de Calabazas son un conjunto de diecisiete imponentes castaños declarados árboles singulares de Extremadura. Entre ellos se encuentra el llamado Castaño del Postuero con un enorme tronco de ocho metros de diámetro y setecientos años de antigüedad.
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Muchos seteros y pocas setas
Castañar de Montánchez
En el centro geográfico de la región encontramos el castañar de Montánchez, una cómoda ruta entre castaños apta para todos los públicos. Este hermoso bosque tiene entre 200 y 400 metros de ancho y unos de 2 kilómetros de largo, y está situado en una zona muy próxima al pueblo cacereño, famoso por su castillo, sus vistas y su oferta de jamones Dehesa de Extremadura. El camino que conduce al castañar está flanqueado de muros de piedra y en las fincas aledañas se alimentan cerdos, caballos y vacas. Otra opción muy recomendable en la zona es realizar la ruta circular de los molinos que parte de Arroyomolinos de Montánchez, localidad famosa por su batalla durante la Guerra de la Independencia. No debemos abandonar la zona sin visitar la ermita visigoda de Nuestra Señora del Trampal y su centro de interpretación.
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