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Héroes y tumbas

La cuestión palpitante

Héroes y tumbas ·

Salvador Calvo Muñoz

Miércoles, 5 de julio 2023, 07:44

Toda la vida estudiando Literatura, luego enseñándola a los alumnos, y apenas recuerdo ya títulos y nombres. Inexorable oxidación de las meninges. Insoslayable secuencia de ... los años. ¿Cuándo fue aquello de «la cuestión palpitante»? ¿No fue asunto de Emilia Pardo Bazán, cuando se puso de moda la literatura naturalista de Emile Zola? ¿A qué se referían? Ya no sabría explicarlo.

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Pero vamos, ahora entendemos como tal de lo que todo el mundo habla, de algo que está en los periódicos o en las redes sociales, cosas de Twitter, Instagram, Facebook y demás mandangas, ¿no? ¿Y cuál será la cuestión palpitante de ahorita mismo? Las elecciones que están a la vuelta de la esquina. Si no es que hemos palmado antes con este calor insufrible. Por lo que sea, medio mundo anda alterado con la presencia de ese señor que vive en la Moncloa, de verbo suave y que lo mismo le da que le da lo mismo. Pero otro medio mundo cree que eso está bien y que peor sería lo otro.

¿Peor? ¿Peor que echar a la calle a una turba de indecentes dementes que acosan, violentan, violan y fuerzan la voluntad de personas más débiles? Claro que lo que pasa es que dicen que no es la ley sino que lo hacen mal los que la aplican. Vamos, que nos chupamos un dedo.

Bien. Una señora muy señoreada dice que ni un paso atrás en las conquistas sociales del colectivo «elegetebeijotaka». Bueno, bueno. Esta sí que es una cuestión palpitante. No sabe uno por dónde coger esta vaina sin que se queme los dedos u ofenda sin querer ofender a nadie. A mí lo que hagan en su casa un señor y otro señor lo respeto y me la trae al pairo. Allá cada cual. Y no digo más, porque bueno está el patio. Si a un señor, por decir algo, lo empapelan; mejor será hacer mutis por el foro ante tan enconada cuestión.

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A mí lo que hagan en su casa un señor y otro señor lo respeto y me la trae al pairo. Allá cada cual

«Me da que usted es un racista xenófobo», me acusa una lectora colérica. Sí, por eso mi mejor amigo en los años universitarios salmantinos fue un negro. Otra cuestión palpitante. ¿Y esa turba de desgraciados que saltan las alambradas en Melilla y asaltan este país sin permiso? ¿Y las pandillas de «salvatruchas», «trinitarios», «latinkings» y demás tropa hispanoamericana que llega a la Madre Patria a dar por saco? ¿Son lo mismo que las encantadoras hispanoamericanas que abundan en nuestras ciudades cuidando a los mayores y que vienen a trabajar, ganarse la vida y muchas huyendo de aquellas sociedades en las que las violentan y matan? Ahí está la cuestión. Y palpitante.

¿Y lo de la memoria? Aquí ya patino, resbalo, tropiezo, me caigo, me hundo y a la postre me rebelo. La memoria es una facultad personal, una propiedad de la mente humana, un valor subjetivo, que en algunos es una perra chica y en otros el cofre del tesoro. La Historia es una ciencia, una materia, una asignatura, una carrera; es el pasado que tenemos que conocer y cuanto más cercano a la verdad, mejor. ¿Qué es eso de la memoria histórica?... una pendejada cargada de rencor.

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