Las notas, ¿suyas o tuyas?

Lenguaje de vida ·

Patricia Juzgado

Sábado, 24 de junio 2023, 09:48

El verano está a la vuelta de la esquina, lo que se traduce en que antes de eso llegarán las notas escolares. Con respecto a ... este tema, surgen debates contrapuestos que hacen incómoda a veces la conversación, y lo que hace unos años era cosa de los niños, ahora ha traspasado la barrera para convertirse en una especie de competición entre los padres y las madres. A mejores notas mejores padres, a peores notas peores padres. Y es que ocurre también que ahora es como si las notas hubieran pasado a definir quién es el niño, valorándolo en la escala de mejor o peor según lo que diga la nota que ha sacado.

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Una nota es una valoración circunstancial de un hecho, de un desempeño, de ellos, no nuestro. La atención que pongamos en el boletín de notas tiene que ir más allá de la calificación. Si nos basamos en eso únicamente, quién sabe qué podemos no estar viendo.

El resultado es que, en este proceso, nos olvidamos de una serie de puntos a poder tener en cuenta que quizá nos sirvan para tomar decisiones ante la llegada de las notas. Antes de etiquetar (ya sea de forma positiva o negativa), de sacar conclusiones precipitadas o basar en todo eso el verano que tendrá o se perderá nuestro hijo, vamos a tener en cuenta una serie de cosas.

Lo que primero se me viene es el esfuerzo realizado a lo largo del curso. Que se esfuercen no quiere decir que vean ese esfuerzo recompensado en forma de nota, porque forma parte de la vida y ocurre, esforzarnos al máximo en algo y no funcionar, o no salir como esperábamos. Y esto también les ocurre a ellos. Entonces, si ha habido esfuerzo, pero la nota no lo refleja, ¿qué nos importa más: que se haya esforzado o la nota que ha sacado? Claro que la nota nos generará preocupación, eso no es discutible, pero penalizar a un niño que se ha esforzado, para mí no tiene sentido alguno. Si por un mal día tuyo de trabajo alguien te echa por tierra los nueve meses anteriores, es probable que muy bien no te sientas.

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Ahora bien, si no ha habido esfuerzo ni interés eso es un tema diferente donde tendremos que abordar la situación y hacernos cargo de la forma pertinente.

Aprobar no es sinónimo de aprender, y esta premisa estaría bien recordarla. El sistema exige para seguir avanzando y a veces ese aprobado no es reflejo de saber. Y a veces la consecuencia de esto es que puede que estén en un curso donde tenían que llevar las tablas de multiplicar aprendidas desde tres años atrás. Irá avanzando de curso, pero el aprendizaje se habrá quedado instalado en años anteriores. Por eso es conveniente instaurar una buena rutina de estudio y en casa, con nuestro acompañamiento si puede ser. De esta manera es como podremos detectar si tienen necesidades en alguna materia, algo que requiera más esfuerzo o incluso ver aquellas capacidades donde destaquen.

Las clases particulares no tendrían que ser únicamente para aquello que se estanque sino también para potenciar sus mejores habilidades. Quién sabe que serán el día de mañana. Ojalá lo que ellos quieran.

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