Cartas al director

Almendralejo

Manuel Martínez Mediero

Badajoz

Lunes, 8 de diciembre 2025, 01:00

Veo por televisión el partido de futbol, entre el CD Extremadura y el entrañable club de Sevilla, con el campo a rebosar como se hace ... todo en esa admirable ciudad de Almendralejo, desbordante y desbordada, siempre fue así, cordial, abierta y culta, sobre todo cuando el Marqués de la Encomienda repartía Quijotes por Europa, al mismo tiempo que llevaba vinos olorosos e impares, como en época pasada eran los vinos de Almendralejo. Al igual que en el presente, Almendralejo tuvo en el pasado una juventud hermosa y elitista, con mujeres independientes y hermosísimas como fuera Isabel Cué, cuyo recuerdo es imborrable, feministapero femenina, su casa, su familia, tenían un perfume todo aquello que no era único en una sola familia, sino en todo un pueblo, concienciado en lo social también. Todo eso me recordaba ese partido, que también me recordó la primera vez que jugaron en ese campo el CD Badajoz, cuando subió a Segunda Division en 1953 creo, y el Extremadura quedó segundo, jugando en el Extremadura, Hinojosa y Vecino, y en el Badajoz aquel equipo único que inventó con su entrenador, Valdor Sierra, el fútbol de apoyo, triangulado y perfecto de Pablito y Zamorita. Tuvo la suerte Almendralejo de tener un alcalde como Tomás de la Hera, dando conferencias sobre la libertad, y la igualdad y, por supuesto, la fraternidad. Imborrable recuerdo, cuando en plena transicción, Tomás de la Hera me invitara, a pregonar las fiestas de la vendimia de 1975 y, ante más de cinco mil personas, lancé una soflama contenida sobre el hombre paleolítico. Antes de subir al estrado, Tomás que era además un caballero, se me acercó y me dijo, «por favor Manolo, ten presente lo que vas a pregonar». Y pregoné el ser libres, el amar la educación, ser en definitiva personas de derecho. Todo eso en estos momentos, se tambalea.

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