Los incidentes de días atrás en el campo de fútbol del Valencia conmocionaron al país y tuvieron una amplia repercusión internacional. Casi nos tachan de ... racistas a todos los españoles.
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Pero lo ocurrido tiene poco que ver con el racismo y sí mucho con la estupidez y mala educación de muchos 'aficionados' al fútbol que se toman cada partido como una guerra en la que vale cualquier agresión verbal contra el 'enemigo': le llamarán «negro» o «maricón». O se acordarán de su madre.
Con unos diez años, en un partido del Badajoz, me aturdió oír: «Árbitro, no insulto a tu padre porque puedo ser yo».
El «racista» de turno muere por fotografiarse con un jugador de raza negra del equipo de sus amores mientras llama «mono» a otro de la misma raza del equipo contrario.
El presidente del Real Madrid anunció que su equipo: «No va tolerar más incidentes e insultos racistas contra ninguno de nuestros jugadores». De lo que se haga contra los jugadores de equipos contrarios no hizo comentarios. Ni siquiera recuerda que el Madrid fue sancionado por la UEFA en 2004 y 2014 por incidentes racistas en partidos contra sendos equipos alemanes.
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Definitivamente no es racismo, es forofísmo del más estúpido.
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