Feijóo elige a Pérez Llorca como relevo de Mazón para un acuerdo «rápido» con Vox

Un nombramiento que cuenta con el respaldo de los populares valencianos, según Génova, después de que el secretario general, Miguel Tellado, informase a los tres presidentes provinciales. Los mismos tres dirigentes que maniobraron, junto con Pérez Llorca, antes de la dimisión de Mazón para marcar el paso a Génova y promover a Vicente Mompó como candidato frente a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, favorita de la dirección nacional. El presidente de la Diputación Valenciana es una figura en claro ascenso político y con perfil propio, pero el movimiento no ha sentado nada bien en el cuartel general de los populares que incluso avisan de que filtrar el nombres antes de tiempo «puede acabar desgastándole».

El aspirante a presidir la Generalitat Valenciana agradeció la «confianza» de Feijóo y aceptó el reto de lograr una mayoría con el foco puesto en «la recuperación y reconstrucción» de la Comunitat Valenciana. «Se abre ahora un periodo de diálogo que afrontaremos con seriedad, rigor y siempre priorizando las necesidades de los valencianos», escribió en redes sociales. Pérez Llorca tuvo un papel protagonista en la negociación que PP y Vox mantuvieron en 2023 y que propiciaron que el de la Comunitat Valenciana fuera el primero de los acuerdos suscritos entre ambos partidos tras las autonómicas del 28-M y que acabó siendo letal para las aspiraciones de Feijóo a La Moncloa. Ahora volverá a encabezar las negociaciones con la derecha radical que supervisará Tellado.

El número dos de los populares había puesto sobre la pista por la mañana. «A mí me consta que la propuesta se va a dar a conocer muy rápido, dentro de los plazos que existe para hacerlo», apuntó en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que confirmó que Feijóo había «consultado con compañeros de la Comunidad Valenciana» y que tomaría la decisión «en el ámbito de sus competencias». Pero Tellado evitó dar más detalles sobre unas negociaciones marcadas desde el inicio por el hermetismo y el intento de populares y voxistas por no desvelar sus movimientos. Feijóo, que vuelve a estar encadenado a Vox a las puertas de unos comicios en Extremadura, tenía hasta el jueves 19 de noviembre para elegir al sucesor de Mazón pero no quería demorar en exceso la decisión.

En el partido conservador confían en cerrar el acuerdo en el plazo de tiempo más corto posible para seguir centrados en la reconstrucción, pero todo sigue abierto. El viernes se produjo la primera reunión entre la cúpula voxista y miembros del PP de la Comunidad Valenciana, sin la presencia de Pérez Llorca. Una primera toma de contacto en la que no se puso ningún nombre encima de la mesa a pesar de ser una exigencia de los de Abascal para iniciar las negociaciones de cara a una futura investidura.

En la cúpula del PP ponen en valor la estabilidad del Gobierno valenciano, «determinante para la reconstrucción» un año después del paso de la gota fría que dejó 229 muertos. Por ese motivo, Tellado aseguró ayer que no tiene sentido convocar unas elecciones que pararían «la actividad de la Generalitat durante medio año» y que los socialistas y Compromís reclaman. Lo razonable, afirmó, es alcanzar «un acuerdo de investidura que permita finalizar este mandato». Por ello, el secretario general del PP exigió al partido de Abascal «altura de miras y no cálculo electoral». De lo contrario, sostuvo, dejarán de ser útiles, como ha sucedido con el PSOE. «Para fallarle a los valencianos ya está Pedro Sánchez. No caigamos en el mismo error», apostilló.

Vox, que se enteró de la designación del candidato por los medios, advirtió a Génova de que hablará directamente con Pérez Llorca «porque será la persona que deba comprometerse y cumplir con todos los acuerdos que alcancen». Desde la cúpula voxista insisten en que no se trata tanto de quién sea el candidato como de que éste asuma, como hizo Mazón el pasado mayo para sacar las cuentas autonómicas, los compromisos que se pongan encima de la mesa y que pivotan sobre dos ejes: el rechazo al Pacto Verde y la lucha contra la «inmigración ilegal descontrolada».

La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, dejó claro ayer que que los límites de su partido ante las conversaciones con Vox y con cualquier otra formación son «la ley» y «la Constitución». «Nada -dijo- que los ciudadanos no sepan y que hayamos visto en otros Gobiernos». Unas conversaciones que desde el partido de extrema derecha confían en «acelerar», aunque está por ver si suben o no el precio de su respaldo para investir a Pérez Llorca o se inclinan por un adelanto electoral.