El Pleno rechaza declarar Mérida zona tensionada de vivienda
La propuesta de Unidas por Mérida para frenar la subida de los alquileres no encuentra eco en el resto de grupos y Urbanismo dice que no sería efectiva
Óscar Fernández, el único concejal de Unidas por Mérida, llevó ayer al pleno municipal una propuesta para declarar la ciudad zona con el mercado ... de vivienda residencia tensionado. Se trata de una figura que incluye la última Ley de la Vivienda para amortiguar la subida de los precios porque activa automáticamente la limitación de los alquileres a un índice vinculado a la renta. «Tenemos que dar una pequeña solución en el contexto de agresividad y abuso del acceso por los precios que se manejan». Recuerda el concejal que Mérida se mueve ya en márgenes en los que muchos trabajadores y jóvenes no pueden pagar sus casas. No es un problema exclusivo de la ciudad, pero con incidencia local porque cada vez hay más construcciones dedicadas a los turistas y menos a los residentes.
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Pero se quedó solo en un intento por luchar contra los alquileres altos. El resto de grupos no comparte su diagnóstico, consideran que es una figura que no tiene encaje y que en Mérida los alquileres son baratos.
Hubiera bastado con el apoyo del grupo socialista –que tiene mayoría absoluta– pero la concejala de Urbanismo, Silvia Fernández, comparte los criterios de PP, Por Mérida y Vox sobre los alquileres en la ciudad. Argumentó su posición Silvia Fernández con datos locales para explicar por qué no encaja en este perfil. En su opinión, es un debate distorsionado por un problema que tienen los vecinos de Madrid y no los de Mérida. Según sus registros, en Mérida se paga a 6,8 euros por metro cuadrado el alquiler –14,3 la media nacional– y la venta sale ahora a mil euros por metro cuadrado.
El 70% de los propietarios de la ciudad tienen una vivienda, un 8% dos y solo un 0,38% más de cuatro casas distintas
Parque actual
El parque actual que maneja Urbanismo es de 29.000 residencias y no ve una distribución desigual. El 70% de los propietarios solo tiene una, un 8% dos y solo un 0,38% más de cuatro.
Con estos datos, explica la encargada del urbanismo local, en Mérida no hay grandes propietarios que especulen con multipropiedades, sino que el perfil de los pocos multipropietarios obedece más al de trabajadores ahorradores que compensan sus jubilaciones. Recordó también que hay 301 viviendas nuevas en estos momentos construyéndose en la ciudad y 150 esperando la licencia para empezar a levantarse. O que el suelo urbanizado permite todavía acoger más de tres mil. Y no ve una solución aplicar índice de referencias porque el que maneja ahora el Ministerio de Vivienda sale más caro que el precio medio de la ciudad.
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Según la concejala, si Mérida pasara a ser zona tensionada, el índice que se utilizaría, lejos de frenar la subida en los arrendamientos, los subiría. El concejal de Unidas por Mérida insiste en que esta herramienta legislativa sirve para aportar una solución a corto plazo porque hay familias y jóvenes que sufren una clara descomposición. Los sueldos en la ciudad no han subido al ritmo que lo han hecho alquileres y cada vez hay más gente fuera del circuito residencial de la ciudad.
El alcalde de la ciudad, Antonio Rodríguez Osuna, se considera partidario de no intervenir en el mercado local y de apostar la construcción de más residenciales en la ciudad.
La dinámica expansionista ya está marcha según los números que dio la concejala ayer a sus compañeros de pleno. En cuanto todos esos proyectos ahora en construcción entren en el mercado y se pongan a la venta se moderarán los precios, vaticina.
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