¿Qué ha pasado este jueves, 4 de diciembre, en Extremadura?
Foto con el cartel de 'Vendido' sobre los balcones del Palacio de la China. HOY
Mérida

El Palacio de la China de la plaza de España se vende tras décadas sin uso

La fachada del edificio que levantó en 1928 Bartolomé Gil está muy deteriorada y ha generado problemas de seguridad por riesgo de desprendimientos

Antonio Gilgado

Mérida

Miércoles, 11 de junio 2025, 07:57

La inmobiliaria Viprés ha anunciado a través de sus redes sociales que ha sido la intermediaria en la venta de una parte del Palacio ... de la China de la plaza de España de Mérida.

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Viprés lleva meses con el cartel de su inmobiliaria anunciado la oferta en los balcones y sobre el edificio hubo en su día una lona para llamar la atención. 'Venta o alquiler', rezaba.

Tras varios años en el mercado, ayer puso el 'Vendido' y subió la foto a la redes. Anunció el acuerdo entre los propietarios interesados en vender y a los compradores dispuestos a invertir en un edificio emblemático de la ciudad, pero casi en ruinas.

Aunque se trata de un inmueble con una sola entrada, en realidad está dividido en dos partes. Un ala no ha tenido uso desde que se cerró la galería comercial a principio de los ochenta y la otra ha acogido oficinas de la consejería de Educación y locales comerciales.

La última rehabilitación de esta segunda ala con actividad se materializó antes de Semana Santa y se abrió en el bajo un negocio de hostelería con acceso a la plaza de Epaña. El otro bajo sigue cerrado y casi abandonado.

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La construcción original como único recinto se levantó en 1928 como galería comercial y su promotor fue el comercial textil Bartolomé Gil.

Vendía loza, juguetes y todo tipo de textiles que distribuía por Extremadura y Portugal.

Se convirtió en un emblema de la ciudad por su ubicación y su arquitectura ecléctica. Combina varios estilos, pero destaca el neomudéjar: edificios de arquitectura musulmana pero empleando materiales autóctonos. En el Palacio de la China se optó como pieza autóctona la azulejería andaluza, la misma que la que se colocó en la plaza de España de Sevilla.

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Los herederos del comercial Bartolomé Gil fueron los que intentaron dar uso después, una vez que se cerró y se dividió en dos. En 2008 compró una mitad el constructor Alonso Parejo por 1,68 millones de euros. En este caso su plan era un local comercial de más de 250 metros cuadrados, aprovechar el sótano y llenar las dos plantas con 254 metros cuadrados de oficinas. El proyecto no se cumplió finalmente y desde entonces busca uso. Ahora, con la nueva venta, se plantea la posibilidad de ocupar un hotel, pero no se ha confirmado porque no ha trascendido el comprador del inmueble ni el precio que ha pagado por esta parte. Tanto tiempo en el mercado y con la partición en dos partes ha deteriorado mucho el edificio. Sufre humedades, corrosión y puertas y ventanas carcomidas.

En algunos tramos ha perdido parte de la azulejería que le da la singularidad.

También se ha convertido en un problema de seguridad. Es una zona de paso continuo de gente y en los últimos años se han puesto varias veces vallas de protección sobre el perímetro por temor a desprendimientos. El Ayuntamiento incluso tuvo que actuar de oficio hace unos años ante la imposibilidad de hacerlo la propiedad para retirar las cerámicas de las cornisas más elevadas con la ayuda de los bomberos para llegar al tejado. Las piezas de azulejos se guardaron en los almacenes del Consorcio.

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Con la nueva propiedad, se abre la posibilidad de una rehabilitación que lo salve.

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